La calentura del Clásico no terminó en el terreno de juego, esta continuó en los vestidores donde el auxiliar de Matías Almeyda, Omar Zarif, intentó golpear a Ricardo Peláez, presidente deportivo de las Águilas dentro de los vestidores.

Al término del partido los ánimos se calentaron entre Darwin Quintero y Omar Bravo provocando una serie de empujones, los cuales continuaron dentro de los vestidores del Estadio Chivas.

Dentro de esta serie de alegatos, Zarif se enfrascó en una serie de palabras e insultos con Peláez y después quiso llegar a los golpes, pero de inmediato fue separado por otros elementos rojiblancos que estaban tratando de calmar la situación.

Al final este conato de bronca no llegó a mayores y entró la cordura  en algunos que lograron cerrar la puerta del vestidor de las Águilas para que ya no pasara nada.

El partido se llevó a cabo en un ambiente de tensión dentro del campo, los jugadores se cometían faltas fuertes e incluso el conato de bronca que se suscitó al final del partido no fue el único, pues en el segundo tiempo se dio otro en el que Carlos Cisneros se fue expulsado.

Se espera que en las próximas horas los de Coapa den su postura al respecto, pues esto podría traer consecuencias para el Rebaño Sagrado.

Estas agresiones por parte del cuerpo técnico de las Chivas podrían tener un castigo si en la cédula del árbitro Fernando Guerrero se detalla todo lo sucedido al término del encuentro.