El sueño ‘libertador’ sigue vivo para América después de empatar (1-1) ante Tigres en un partido lleno de emociones, pero se esfumó la posibilidad de sumar cinco triunfos consecutivos después de 10 años en el momento en que una nueva Liguilla tendrá luz verde.

Las Águilas se adueñaron del esférico en los minutos iniciales a pesar del ímpetu de un local que sabía que el empate no le servía de nada y estaba al borde de la eliminación si no sumaba 3 puntos.

Un tiro de Juan Carlos Medina que se fue ligeramente por encima del arco de Palos, representó la primera jugada de peligro en la noche. La lucha en el mediocampo comenzó a ser persistente y por momentos sobresalió más el tono aguerrido e intenso, que la idea futbolística.

El partido se destrabó poco antes de que el árbitro central decretara la finalización del primer tiempo. La táctica fija hizo daño al visitante y tras un rebote después de un tiro de esquina, vino inmediatamente otro centro que fue aprovechado a la perfección por Juninho al elevarse sobre la floja marca de Valenzuela y meter cabezazo certero que fue imposible para Muñoz.

La racha de Moi sin recibir gol duró 310 minutos desde su regreso al arco y su equipo debió remar contra la corriente en el resto de la noche buscando mantener la ilusión de Copa Libertadores con vida.

Tigres no cedió la iniciativa en el comienzo de la parte complementaria y luchó por ella ante un rival que mostró sed de empate y estuvo cerca cuando Jiménez remató dentro del área ante el suspiro de nerviosismo de la afición universitaria.

El cuadro del ‘Tuca’ Ferretti no quiso quedarse atrás y Luis García sacó disparo de media distancia al poste ante la mirada agónica de Muñoz. El Piojo metió toda la carne al asador al ingresar casi de ‘un jalón’ a Sambueza, Bermúdez y Cárdenas.

La fórmula tuvo su efecto, ya que los felinos sufrieron de embates ofensivos insistentes hasta que no pudieron sostener el arco en cero producto de un balón que no pudo despejar adecuadamente Torres Nilo y Paul Aguilar aprovechó este cerrar de ojos con tiro mortal en el área.

La igualada dejaba nuevamente eliminado a Tigres, por lo que se vivieron momentos de dramatismo; también este resultado parcial podía significar poco para las aspiraciones de los azulcrema de ir a la Libertadores, por lo que fue un trámite en el campo de ‘matar o morir’.

El silbatazo final representó un entorno desconsolado en el Universitario porque esta vez deberán ver la Liguilla por televisión. Ninguno de los equipos se hizo más daño y el 1-1 final supo poco para ambos.