‘Ódiame más’. Ese es su lema. Porque al América le impulsa tanto el amor de sus hinchas, como la rabia de sus rivales. Y con doce títulos de liga local, siete entorchados de Liga de Campeones de la CONCACAF y seis Copas nacionales, el CF América mira desde la cima a todos los demás equipos mexicanos.

Con motivo de la celebración de sus 100 años de vida, FIFA.com echa un vistazo a la historia y el presente del coloso de la CONCACAF, unas Águilas que sueñan con cerrar la conmemoración de su centenario con una gran fiesta en Japón.

Nacimiento del club
Los primeros años del que se convertiría en el club más importante de la capital de México tienen nombre y apellidos: Rafael Garza Gutiérrez. Con sólo 13 años, decidió fundar un equipo de fútbol con algunos amigos. Lo llamaron Récord. Poco después, el 12 de octubre de 1916, se fusionaron con el Colón y bautizaron al nuevo equipo como América, precisamente porque el día de su fundación coincide con la conmemoración de la llegada de Cristóbal Colón al Continente.

Después de unos primeros años turbulentos, en los que incluso cambió de nombre, el América consiguió ser aceptado en la entonces llamada Liga Mayor y, se convirtió en el primer equipo formado únicamente por mexicanos; característica que, paradójicamente, con el paso de los años, se convertiría en el sello de su máximo rival, las Chivas del Guadalajara.

A partir de ese momento, el América se hizo un animador constante y, en su etapa amateur, consiguió cuatro títulos consecutivos entre 1924 y 1928. Sin embargo, para el inicio de la década de los 30 muchos jugadores de esa primera camada de oro se empezaron a marchar y cedieron protagonismo.

Mitos y realidades de una pasión
A pesar de todo, los Cremas aportaron cinco jugadores a la primera selección mexicana que participó en la Copa Mundial de la FIFA Uruguay 1930. El club es suministrador asiduo del combinado nacional. Suecia 1958 fue la única edición donde no aportó ningún jugador.

Al equipo le costó adaptarse cuando la liga se profesionalizó en 1942. El América vivía a la sombra de los poderosos España, Atlante y Necaxa, y languidecían en las últimas posiciones de la tabla… El dinero escaseaba e incluso volvieron Presidente Honorario al internacional artista Mario Moreno “Cantinflas”, para ver si con su popularidad mejoraba su economía. No funcionó

El segundo momento fundacional del club, y el comienzo de su irrefrenable ascenso, llegó en 1959 cuando el dueño de Telesistema Mexicano, Emilio Azcárraga Milmo, compró el equipo. Azcárraga, que con el tiempo transformaría a su canal de televisión en el imperio mediático más importante de Latinoamérica, llegó al club con ideas claras.

Para contrastarlo con el cada vez más popular Guadalajara, que jugaba sólo con futbolistas nacionales, el empresario anunció que su equipo sería “el malo de la película” y se apoyaría en su poderío económico para contratar a los mejores extranjeros. Los aficionados lo amarían o lo odiarían. Y, desde entonces, así ha sido: por las filas de los Millonetas han pasado estrellas como José Alves Zague, Carlos Reinoso, Dirceu Guimaraes, Iván Zamorano o Francois Omam Biyik.

El primer título del nuevo América llegó en la temporada 1965/66 y la década siguiente lo vio coronarse dos veces. En los 80′, el club se hizo enorme. Rebautizados como Águilas, dominaron por completo el fútbol mexicano: sumaron cinco títulos en seis años. Esa generación se fijó en la leyenda de los hinchas, que no han vuelto a vivir alegrías tan constantes.

El presente
En la década de los noventa, encabezado por quien quizá haya sido el mayor ídolo de su historia, Cuauhtémoc Blanco, el equipo siempre estuvo cerca del título pero varias veces falló en el momento más importante. La sequía de trece años fue rota en el Verano 2002, aunque sin su referente, que había sido transferido al Valladolid español.

El segundo título de la década llegó en el Clausura 2005, y Blanco, que en ese torneo regresó a Coapa, pudo al fin dar la vuelta olímpica con el equipo de sus amores. Un año después serían cuartos en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2006.

Luego de eso, las Águilas volvieron a pasar por turbulencias. Hasta que a finales de 2011 cuando Ricardo Peláez llegó a la presidencia le confió la dirección técnica a Miguel Herrera y remontaron el vuelo. Llegaba la estabilidad y en el Clausura 2013 salieron campeones de nueva cuenta.

Volvieron a levantar la copa en el Apertura 2014, convirtiéndose, con 12 títulos, en el equipo más ganador de México. En el plano internacional no desafinaron. Conquistaron la Liga de Campeones de la CONCACAF en 2015 y así el boleto a la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2015.

Fue una aventura amarga para las Águilas, que terminaro quintos en la competición. Pero la vida les dio revancha pronto y revalidaron el título en la Liga de Campeones al año siguiente, para intentar resarcirse en el país del Sol Naciente en diciembre de 2016.

El 12 de octubre de 2016, día de su Centenario, sobran motivos para celebrar: no hay otro club más vencedor que ellos en México ni en CONCACAF. Sólo queda una cuenta pendiente: esa Copa Mundial de Clubes. Y qué mejor manera de seguir haciendo más grande la leyenda que cerrar con broche de oro el año del centenario, nada menos que en Japón. Para que sus hinchas les sigan amando, y sus rivales odiando.

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El estadio
El Azteca mexicano es uno de esos recintos que, por su historia, grandeza y tradición, prácticamente no requiere presentación. Ha sido sede de dos Copas Mundiales de la FIFA, México 1970 y México 1986, y por su grama han desfilado casi todas las leyendas del pasado y presente del balompié planetario. Sin ir más lejos, los aficionados que asistieron al Coloso de Santa Úrsula pudieron disfrutar de las mejores versiones de los dos futbolistas más importantes del siglo XX: Pelé y Diego Armando Maradona. El Azteca ha sido renovado varias veces, la última de ellas para la Copa FIFA Confederaciones México 1999. El último gran evento que hospedó fue la final de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA México 2011.