La crisis mundial originada por la pandemia del coronavirus ha permeado múltiples variables socioeconómicas y políticas que encaminan a una inevitable recesión, y dentro del futbol profesional no ha sido la excepción al frenarse abruptamente los ingresos e índices de superávit comercial que propician la mercadotecnia, patrocinios, entradas y derechos de transmisión, entre otros.

La FIFA ya considera formalmente el tema de una rebaja a salarios de futbolistas mientras todo vuelve a la normalidad y en México, varios clubes piensan en diversas líneas de ejecución para tratar de sortear este ‘parón’ que, sin duda, representa algo inédito. La retención de una parte de lo percibido mensualmente es una alternativa factible en este periodo de incertidumbre financiera y posteriormente, ya de vuelta la actividad futbolística, se podría reponer.

En América, el contrato de los jugadores del primer equipo está con base en un porcentaje de minutos de participación, por lo que si no se juegan, no se pagan. Sin embargo, no está establecido en ningún apartado o cláusula de lo que pasa si no se disputan partidos como sucede en estos momentos. Por ello, la comunicación entre la directiva y todas las partes de la institución es fundamental.

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“No se pretende agravar la crisis con medidas autoritarias o de gran restricción. En todos los niveles lo que se está promoviendo es solidarizarse ante esta adversidad”, mencionó una fuente consultada al interior del club azulcrema, quien a su vez señaló que en la empresa tambien se manejan “fondos de emergencia”.

“Claro que se pierde y es inédito este tema. Aunque hay fondos económicos de emergencia, creo que esto por sus dimensiones ha tomado a todos por sorpresa, yo creo que nadie se imaginó algo de esta magnitud”, agregó.

Retener por ahora un porcentaje al salario del futbolista en esta crisis puede ayudar a no perder tanto la línea del equilibrio. Pero también se debe pensar en otras de la áreas que integran un club y que también le dan vida, como son la Fuerzas Básicas, utileros, masajistas, doctores, administrativos, cocineros y muchos más de gran valía. Por supuesto también está el temor de perder el trabajo, ya que en su caso particular, casi todos ellos cobran por honorarios en las Águilas y realizan una factura mes con mes.

Uno de estos trabajadores, que prefiere omitir su nombre, compartió la incertidumbre.

“Que yo sepa no se ha manejado hasta ahora la posibilidad de que nos den las gracias, pero claro que preocupa esta situación, todo está detenido e incierto. Muchos cobramos por honorarios y hacemos factura mensual, no ganamos mucho, pero esperemos seguir con nuestra fuente de trabajo. Sería lamentable que una actividad tan importante no acate el llamado de respetar a sus empleados”, indicó.