Se cumplen dos décadas de la serie de Semifinal de la Copa Libertadores que pudo haber sido una verdadera hazaña teniendo al América como protagonista. El recinto era inmejorable: el Estadio Azteca; el rival era histórico: Boca Juniors de Argentina y el resultado era el necesario para que las Águilas volarán a hasta la Final del campeonato continental más importante y se convirtieran en el primer equipo mexicano en avanza a dicha instancia. Sin embargo, un gol del defensor Walter Samuel en la recta final del partido silenció el Coloso de Santa Úrsula y acabo con la que hasta ese momento era una fiesta azulcrema.

El conjunto de Coapa había regresado del juego de Ida en Sudamérica con un resultado que lo tenía sobre la lona tras caer 4-1, pero el equipo de Alfredo Tena lidereado por un Cuauhtémoc Blanco, que vivía uno de sus momentos más importantes de su carrera, revirtieron el marcador y pusieron sobre las cuerdas a los experimentados argentinos.

 

A diez minutos para el final, Cristián Calderón firmó de cabeza el 3-0 momentáneo que los ponía en la gran Final, no obstante, en una jugada a balón parado, la única forma en que el equipo Xeneize lograba acercarse al área americanista, nació la jugada donde el zaguero central se elevó y ganó la ventaja en el aire para mandar al fondo de las redes el balón y recuperar la ventaja 4-5 en el global para sellar su boleto a la siguiente ronda.

AL final el objetivo no se cumplió, pero aquellas Águilas que quedaron eliminadas lograron elevar su vuelo a lo más alto y golearon al eventual campeón del certamen despidiéndose del torneo con la frente muy en alto.