La luna de miel terminó en Guadalajara. La relación entre la directiva de Chivas y Matías Almeyda ha comenzado a fragmentarse debido a una serie de diferencias que, en caso de no solucionarse, podrían desencadenar el fin de la estadía del argentino en el redil rojiblanco.

Tras el descalabro sufrido frente a Tigres, el Pelado dio muestra de su frustración al hacerse de palabras con Eduardo Vargas por la virtual eliminación del torneo, al sumar sólo nueve puntos, por lo que los rojiblancos requieren de ganar 16 de los 18 puntos que restan.

Tras alcanzar la gloria con múltiples títulos en el Guadalajara, Almeyda habría comenzado a sentirse incómodo por algunas cuestiones de la directiva rojiblanca, siendo una de las principales la falta de respaldo tras la suspensión de dos duelos por encarar al árbitro Roberto García Orozco en el duelo contra los Rayados.

Otro motivo de descontento de Almeyda fue el viaje a Europa que realizó José Luis Higuera, donde hizo públicas sus reuniones con otros entrenadores como Pedro Caixinha. Pese a que el CEO de Grupo Chivas-Omnilife negó que estuviera negociando.

Además, Jorge Vergara ha expresado su molestia con algunas cuestiones del sudamericano, debido a que el mal momento de Chivas ha comenzado a repercutir en las entradas y en la venta de productos.

Este desgaste podría interesarle al equipo español Las Palmas, que hace unos meses expresó su interés por los servicios del timonel argentino y que pese a que ayer presentaron a Pako Ayestarán como entrenador, siguen de cerca al ‘pastor’ rojiblanco.

Los roces entre directiva y cuerpo técnico también han afectado en el vestidor del Rebaño, el cual paulatinamente se ha ido fragmentando y prueba de ello es que los jugadores se han mostrado discutiendo.