Nació en Estados Unidos, de madre mexicana y padre ecuatoriano. Alexis Quezada Cárdenas es un futbolista de 23 años que tiene tres nacionalidades y desde el pasado 10 de noviembre se abre paso en el futbol de Europa, con el club Leixoes SC de la segunda división del balompié de Portugal, donde está registrado como mexicano. Originario de la ciudad de Chicago, Illinois, a su corta edad Alexis ya se ha aventurado por el futbol de Estados Unidos, Ecuador y México, aunque por diferentes circunstancias, como una lesión, la búsqueda de oportunidades y hasta el constante cambio de dueño, no ha podido debutar en Primera División.

En entrevista desde la ciudad de Matosinhos, ciudad perteneciente al distrito de Oporto, Alexis Quezada platicó de sus inicios en las divisiones inferiores del Chicago Fire, club que lo visoreó mientras jugaba en un equipo de su barrio. “Yo nací en Chicago, mi madre es 100 por ciento mexicana, mi abuela de San Luis Potosí y mi abuelo de Monterrey.

Mi padre es 100 por ciento ecuatoriano, allá tiene toda su familia y emigró a Estados Unidos a los 27 años y ahí fue donde conoció a mi madre”.

“El acercamiento al futbol fue a los 13 años; fui visto por un visor del Chicago Fire y ahí me invitaron y ahí es donde empiezo de manera profesionalmente”.

A los 15 años, el Deportivo Cuenca de la primera división de Ecuador le abrió las puertas, aprovechando su nacionalidad. Tras un paso por el equipo Sub-18 y de reservas, Alexis ya no renovó su contrato, pues le surgió una oportunidad en México para probarse en el Necaxa, uno de los clubes mexicanos más seguidos en Ecuador por el pasado de Alex Aguinaga.

“Me llegaron mensajes de equipos ecuatorianos y entrenadores, tenía 15 años y cada año iba a Ecuador de vacaciones a visitar a mis familiares y en una oportunidad el Deportivo Cuenca me invitó a entrenar, fui tres días y les llené el ojo”, señaló. “Estuve ahí con la Sub-18 y después me subieron a la reserva donde competí con jugadores de 20 años. A los 16 años tuve la oportunidad de entrenar con el equipo de primera.

Me ofrecieron renovar, pero mi hermano mayor estaba en pláticas con Necaxa y yo salí ahí. Les interesé, me quisieron ver y para mí a los 17 o 18 años fue algo increíble. Acepté y me fui para que me vieran en Necaxa”.

Sin embargo la oportunidad en los Rayos no se concretó y el jugador pasó casi dos años en la extinta División de Ascenso MX, primero con Venados de Mérida, donde no pudo jugar debido a una lesión, y después con Celaya, club en el que los cambios de directivas, terminaron por truncar su aventura. “Salió la posibilidad de que me viera el club Venados y a mí se me hizo interesante porque en ese momento estaba Chucho Ramírez. Me lesioné el segundo día de la pretemporada. Pensé que no era serio y me aventé así toda la temporada, no pude llegar a un nivel máximo”, dijo.

“Salió la oportunidad de llegar al Celaya. Después, se ve mucho en México que las directivas cambian, muchas cosas estaban en el aire y yo pensé en ver opciones. Tenía opciones de regresar a Estados Unidos o Ecuador”. Alexis se decidió por tomar una opción que se abrió en la tercera división de Portugal con el club Valadares Gaia, sin embargo, y tras discrepancias con la directiva, dejó el club para después ser llamado por el Leixoes SC, un cuadro de la segunda división de Portugal con 111 años de historia que ha participado en Primera División y hasta en la UEFA Europa League.

Respecto a sus ganas por ponerse la camiseta de alguna selección, Alexis Quezada Cárdenas dijo que el primer país al que se acerque tendrá la prioridad, aunque afirmó que debido a que creció en un ambiente mexicano, siente un cariño profundo por el país donde nació su mamá.

“Yo crecí en un ambiente 100 por ciento mexicano y era un sueño mío realizarse en México. No te quiero mentir, la primera oferta u oportunidad de una selección se acerque, ya sea de las tres, para mí sería un placer, porque para cualquier jugador es un sueño llegar a una selección.

“Le tengo aprecio a cada país, en Ecuador, en Estados Unidos, pero me encanta México. Se puede decir que la vida que yo llevo está habituada como mexicano, lo llevo en la sangre. En mi etapa en México, estuve tres años, antes no me gustaba la banda y ahora me encanta la banda, el mariachi, de todo. Lo que es la vida en México me encanta, es muy lindo”, concluyó.