El fracaso en la Copa MX caló hondo en Cruz Azul; sin embargo, a pesar de la adversidad su afición no los abandonó, tal y como ha ocurrido esta temporada en la que las entradas en el Estadio Azul mejoraron significativamente, prueba de que la gente cree en su equipo por el futbol mostrado este semestre.

“No jugamos en los términos en los que se debe jugar una Semifinal, sobre todo jugando en casa ante un escenario fantástico. Tengo que sentirme apenado con la afición que ha llenado el estadio apoyándonos claramente cuando hemos estado jugando muy mal”, expresó el entrenador Tomás Boy tras caer frente a Necaxa.

La entrada más floja que ha registrado el Azul en lo que va de la Liga es de 15 mil 904 aficionados en la Jornada 6, una cifra muy cercana a la segunda mejor que tuvieron en el Apertura 2015 que fue de 15 mil 934 cuando derrotaron a Pumas.

De acuerdo con Eduardo de la Torre, presidente deportivo del club, el regreso de la gente a la casa de La Máquina se debe a la conexión que han hecho con el equipo que ha cambiado drásticamente la cara de un torneo a otro.

“El equipo en términos generales ha logrado una cosa muy importante que es transmitir una manera de jugar que le llegue a la gente, emotiva, agresiva, que haga muchos goles, que tenga esa capacidad de reponerse ante los malos momentos que se han tenido”, explicó el directivo.

El cuadro cementero promedia poco más de 22 mil asistentes cuando juega de local en lo que va del Clausura 2016, mientras que el torneo pasado la media fue de 12 mil 434 seguidores en toda la campaña.

“Ha habido torneos anteriores en los que el equipo muestra unas cuestiones, ilusiona mucho a la gente y al final no se consigue el título, pero hay maneras de no conseguirlo, se han quedado a un pasito y se ha hecho el esfuerzo hasta el final.

“Nosotros queremos ser conscientes, es partido a partido como tenemos que ir ratificando esa situación (que la afición se ilusione), no podemos entrar en esa efervescencia sino seguir trabajando”, dijo de la Torre en referencia a la ilusión que tiene la gente de ver a su equipo campeón.