Ciudad de México – Ángel Mena ya cumplió un año en el futbol mexicano, pero tiene todavía una deuda pendiente con la afición y la institución. Su accionar fue de mayor a menor productividad y ahora con seis meses de contrato restante, la presión se le multiplica.

El jugador llegó en diciembre del 2016 como refuerzo de Cruz Azul y sorprendió con un Clausura 2017 en el que se volvió fundamental para el esquema cementero, sin embargo, este Apertura 2017 fue todo lo contrario, el ecuatoriano no logró emular su primera campaña.

En el Clausura 17 cosechó cinco goles en mil 319 minutos, pero su conducta en el terreno de juego no fue del todo buena, pues obtuvo seis amarillas y por ende una suspensión.

“Soy consiente de que en números no fue el rendimiento óptimo que yo quería alcanzar, quería ser mucho mejor que el primer torneo”, dijo el jugador.

Por si fuera poco, en el A2017 el ecuatoriano vivió meses que le dificultaron tener mejor rendimiento en la cancha. Apenas acumuló 909 minutos bajo la dirección técnica de Paco Jémez, no logró hacer ninguna anotación y fue expulsado en la J15 ante Tigres.

Además, su momento en la Selección de Ecuador terminó junto con el proceso de Gustavo Quinteros, ya que tras la salida del DT, Mena dejó de ser requerido y vio desde México cómo el conjunto ecuatoriano terminó las eliminatorias mundialistas sin el boleto a Rusia 2018.

“Tuve lesiones que complicaron todo, estoy tranquilo, trato de mantenerme al margen de cualquier cosaque puede afectarme y voy a prepararme bien para llegar bien al inicio del torneo”, explicó.

Es así que Ángel deberá aprovechar este Apertura 2018 para conquistar de nuevo al conjunto de La Noria, pues le resta solamente este torneo en su contrato y deberá negociar con la directiva su deseo de seguir en el plantel que lo trajo al balompié azteca.