Hoy hace tres años, Chivas realizó su ‘last dance’. Un equipo de época que consiguió cinco títulos en menos de tres años consiguió el ansiado título de Liga, en donde diversos protagonistas recuerdan que recuerdan que el entrenador Matías Almeyda era su Phil Jackson, es decir, el engrane necesario para echar a andar esa maquinaría rojiblanca.

En aquel Rebaño se presentan diversas similitudes con los Chicago Bulls de la época dorada de Michael Jordan, con un entrenador que era idolatrado en el vestidor y por la afición, con un directivo que pasó de héroe a villano por su afán de protagonismo, además de jugadores que supieron marcar una época al conquistar prácticamente todo lo que jugaron.

Algunos miembros de la plantilla recuerdan que el Pelado estaba convencido de que conseguirían la estrella número 12 para la institución con una frase que se ha vuelto icónica en la nación rojiblanca.

“Recuerdo que nos dijo que hicimos un partido muy bueno, que nos felicitaba porque íbamos ganando dos a cero y que en la Final los matábamos en casa. Fue motivación, tenemos el equipo, ya demostramos, nos empataron y Gignac es muy bueno, esto fue en casa de ellos y en casa los matamos”, recordó Oswaldo Alanís

Otro de los pilares de esa corona tapatía fue Jair Pereira, quien aseguró que una de las claves fue el trabajo mental que realizó Almeyda para poder potenciar sus capacidades.

 

“Siempre estuvo un equipo muy unido, siempre creyendo en cada uno de nosotros, que éramos un equipo muy fuerte que le complicábamos a cualquiera y veníamos bien instruidos por Matías Almeyda, que era un tipo que nos cambió totalmente la mentalidad y que nos impulsó para poder alcanzar este ansiado campeonato”, recordó el Comandante a este diario.

 

 

Por si fuera poco, el propietario de las Chivas, Amaury Vergara, admitió que ha tenido que lidiar con un par de jugadores peculiares en el Guadalajara, aunque ninguno al grado de excentricidad de Dennis Rodman.

“Definitivamente no (deben de tratarse igual a algunos jugadores). Cada ser humano es un universo completo lleno de matices. Dennis Rodman es sui generis, de la serie es fascinante la historia de Jordan, pero soy fan de Rodman.

“En Chivas no me tocó lidiar todavía, pero sí ha habido un par de jugadores-personajes que han sido muy diferentes, uno en particular muy diferente a los demás. Recuerdo a mi padre que en su gestión el tener que tomar una diferente postura de liderazgo con él y una gestión distinta para poder potenciarlo y sacar lo mejor de él”, explicó durante su participación en el webinar organizado por la Sport Innovation Society.

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