Eran alrededor de las 19:40 horas cuando el equipo de Dorados llegaba de su viaje en autobús desde Monterrey, a ciudad Victoria. El hotel Misión (Las Fuentes),  albergaría al equipo de Dorados de Sinaloa que vienen a cumplir su compromiso de la jornada 12 de la Liga de Ascenso.

Aficionados al futbol empezaban a llegar y todos preguntaban lo mismo -“donde esta Cuau, ya bajó”- mientras se asomaban al restaurant. Dieron las 20:00 horas y personal del hotel resguardaba la puerta principal, mientras Dorados entraba por la puerta trasera del restaurant “La Selva”, del hotel, para cenar.

“Ahí está, ya lo vi”, exclamó uno de los simpatizantes del “Chaman del Toqueteo”, como fue llamado por un tiempo; sentado en la mesa con los delanteros Ismael Valadez y Mateo Figoli, Cuauhtémoc cenó y observó el juego de Jaguares en la tv.

Minutos pasaron y todos estaban a la espera de ver salir al jugador, para repartir autógrafos y tomarse la foto con los “fans” del ídolo americanista.

“Ira a salir”, preguntaba uno de los más de 50, que fueron a buscarlo, “mi amor trae pila la cámara, ¿segura?”, cuestionaba a su novia, que le respondía con un gesto de afirmación y asombro, por ver como su pareja se emocionaba por ver al “Temo”.

“Ya se levantó, se me hace que ya va a salir”, dijo uno de los más cercanos a la puerta, “se me hace, que va al baño”, tratando de anticipar los movimientos, uno de los jóvenes presentes afirmó, “se va a ir por atrás”, lo cual destapó el correr de la mayoría.

Efectivamente “Cuau” intentó pasar desapercibido, intentando salir por la puerta trasera del restaurant, para llegar lo más rápido posible a la habitación, situación que no sucedió.

Fue abordado por los aficionados, ninguno con playera de Dorados, pero varios con playera del América; Cuauhtémoc firmó playeras, fotos y hasta calcetines, posó para las gráficas mientras caminaba hacía su habitación, todos los jugadores pasaron desapercibidos mientras caminaban tranquilamente por un costado del asediado ídolo.

No respondió preguntas a los pocos medios que se dieron cita y tampoco hacía gesticulaciones de estar disfrutando el estar en ese momento, “déjenlo anda cansado”, dijo uno de sus compañeros, pero no fue escuchado.

Cuauhtémoc llego a la zona de habitaciones y personal del hotel trató de contener a los que a como diera lugar buscaban un pedazo del ídolo.

Por fin Cuauhtémoc llegó a su habitación y los aficionados, en su mayoría se espero algunos minutos a ver si volvía a salir, “no manches anda bien mamon”, exclamó uno que no alcanzó foto, “ah de andar cansado”, le dijo su amigo que lo acompañaba.

Muchos contentos por tomarse la foto, en lo que puede ser la última vez que Blanco Bravo pise el Marte R. Gómez, ya que anunció su posible retiro en diciembre y otros tristes, o en algunos casos particulares molestos por no obtener nada del que ha sido “genio y figura”, de nuestro balompié nacional.

Esta noche Correcaminos enfrentará a Dorados en un duelo que de perderse podría dejar fuera de las posibilidades de liguilla a los Naranjas.