Proveniente de los Tigres de la Autónoma de Nuevo León y con apenas 18 años de edad, el último refuerzo de Correcaminos, el sinaloense José Pablo Tostado Gastelum se encuentra en una montaña rusa, llena de altibajos emocionales después de la obtención del campeonato del mundo sub-17, hasta su llegada con la escuadra naranja a finales del mes de julio.

Cobijado en una familia netamente futbolera, Pablo decidió desde muy pequeño dejar su natal Culiacán, Sinaloa, para enrolarse con las fuerzas básicas del “rebaño sagrado”, en donde inició su carrera dentro del futbol profesional.

“Mi familia siempre fue futbolera, por encima del beisbol, los sábados eran de ver partidos en la tele y los domingos de ir al barrio, como se le llama en Culiacán al llano”, agregó, “yo me fui a Guadalajara a los 14 años, cuando firme con las Chivas, ahí fue cuando inició mi camino en el futbol”, expresó el joven campeón mundial.

Pero sin lugar a duda el paso más importante de la vida de Pablo se dio en el verano del 2011 con la obtención del Campeonato del Mundo Sub-17 en nuestro país.

“Si claro, las cosas cambian después de ganar el mundial, en especial para nosotros, porque a diferencia de otros jóvenes las puertas de los equipos se abren mucho más fácil que a los demás futbolistas”, declara.

Pero al igual que todo el país ve de una forma muy especial, la victoria del juego semifinal frente a Alemania y la anotación del tamaulipeco Julio Gómez, destacando el buen humor del grupo y la mentalidad que Raúl el “Potro” Gutiérrez inyectó en el equipo.

“El partido contra Alemania ha sido el partido más importante de mi vida, por todos los sentimientos que te deja en un solo rato, vas perdiendo y le das la vuelta, fue algo increíble, Raúl siempre nos inculcó la mentalidad ganadora y nunca cambio, esa fue la clave para el triunfo, y después, si fue un golazo de Julio, ¿verdad? (risas), no pues fue como sacar todo lo que traías adentro, sabias que con ese gol se amarraba la final y la emoción como jugador es inolvidable ante tanta gente que estaba ese día en Torreón”, agregó,  “el compañerismo del equipo es increíble todos nos llevamos bien, Julio, Poncho González, todos, el ánimo era tan bueno que la carrilla hacia Julio comenzó cuando la gente salía con vendas en la cabeza”, comentó emocionado.

Lamentablemente la vida tenía una sorpresa para Pablo y su familia, primero en lo futbolístico y luego en lo familiar.

En la cancha Pablo sale en un cambio súbito de las Chivas, buscando la oportunidad de jugar en Primera División y se enrola con los Tigres del Tuca Ferreti, en donde es rezagado de nueva cuenta hacia las fuerzas básicas del equipo felino y no ve actividad con el primer plantel.

“En Chivas no debute en primera, pero si nos tomaron en cuenta para una gira del primer equipo y en mi afán de buscar más rápido crecer acepte la oferta de Tigres, pero ahí las cosas si cambiaron mucho, el “Tuca” es un entrenador muy serio, no habla con los jóvenes y pues a mí solo me mandaron al equipo sub-20 y la verdad es casi imposible como joven subir al primer equipo”, sentenció.

En su vida familiar, la detención de su padre Pablo Tostado Zamudio, después su repentino fallecimiento, apenas unos días después de su aprensión en el penal de Aguaruto Culiacán, le da una nueva perspectiva de la vida.

“Si, fue algo muy difícil para toda mi familia, a todos nos dolió, mi papá nos quería mucho y en especial a mí, nunca dejo de apoyarme en el barrio, cuando me fui a Chivas y en el Mundial siempre estuvo conmigo”, agregó, “tuvimos nuestros problemas, pero como todo hijo nunca dejas de quererlo, es tu padre, y si me cambio la vida, ahora sé que las cosas no se apresuran, se debe de trabajar para que lleguen”.

En busca de querer aprovechar la oportunidad que le brinda Correcaminos, para poder subir y sabe que solo el tiempo será quien lo ponga como estrella de los universitarios.

“Fue otra vez repentino, de un día para otro me dicen en Tigres que me venía a Correcaminos y al día siguiente ya estaba entrenando con ellos, el “Chelis” me dijo cuando llegué, que tenía que trabajar fuerte para ganarme un lugar y eso es lo que estoy haciendo, luchar para que me tomen en cuenta, ya no apresuro las cosas, solo trabajo”, dijo el joven quien ya entrena con el primer equipo.

Sobre su futuro, tiene los pies bien puestos en la tierra, no quiere verse en Europa, primero busca afianzarse en un lugar, y después como un sueño jugar en el viejo continente.

“No busco Europa en este momento, ahora quiero ganarme mi lugar en Correcaminos, un lugar bien ganado y después ir a Primera División, no pienso en Europa, ya después como todos claro que me gustaría jugar en el Chelsea, el Manchester, en España, pero primero necesito tener bien claro, que mi lugar está aquí y debo ganármelo”, finalizó.