En el mundo hay todo tipo de héroes, pero en estos días los de carne y hueso combaten la crisis sanitaria más grande de la que varias generaciones tengan memoria. Y en WWE así lo entendieron, por lo que la edición 36 de WrestleMania será un bálsamo que ayude a contrarrestar el hastío que existe en el orbe.

Tras casi una década de ausencia en el ring de La Vitrina de los Inmortales, Edge protagonizará el que pinta para ser el mejor duelo de la noche ante su examigo Randy Orton, teniendo como principal motivación divertir a la gente.

“Este año, más que en cualquier otro, estamos en medio de algo que nunca antes habíamos experimentado. El mundo realmente necesita salidas de la realidad, ya sea que se trate de libros, de películas o lo que sea para poder tratar de olvidar, reír, divertirse y recordar lo que es ser humano.

“Por eso estamos haciendo esto. Hay una enorme razón para WrestleMania y es ésta”, declaró la Superestrella Categoría R, que vuelve a los planos estelares luego de superar una lesión en el cuello que lo alejó, profesionalmente, de los encordados por nueve años.

Los luchadores que están programados para aparecer en las dos tardes del Show de Shows están preparados física y mentalmente para un evento sin precedentes.

Por eso la empresa ha tomado las medidas necesarias para que todo salga de manera correcta y ordenada, siempre con el objetivo de no exponer al talento ni al Universo WWE, que podrá ver el evento en todo el mundo.

“Mientras podamos ser responsables y seguros ¿por qué no intentamos hacer esto para todos? Como luchadores eso es lo que queremos. Si salimos a dar lo mejor, si la gente lo mira y puede divertirse durante unas horas, nuestra misión estará cumplida. Es un privilegio, un honor y también una responsabilidad.

“No lo tomamos a la ligera, hay una razón por la que el espectáculo continúa”, concluyó el multicampeón de la WWE.