El Villarreal se impuso al Granada por 2-0 en un partido en el que, sin brillar, fue superior a su rival y consiguió resolver la crisis de resultados que le afectaba desde el inicio de 2017, al tiempo que agravó la del equipo andaluz. Memo Ochoa y Jona dos Santos jugaron todo el partido.

A los ocho minutos le fue anulado un gol al Villarreal por un fuera de juego muy ajustado en un cabezazo de Sansone, quien poco después tuvo una nueva opción de gol desbaratado por Foulquier, que envió el balón a córner. Aunque el Granada se sacudió la presión local, Sansone pudo hacer el 1-0 en una falta directa que lanzó al larguero a los veinte minutos de juego.

Así avanzaba el encuentro hacia el descanso, cuando en una acción a balón parado en la que no hubo fuera de juego por muy poco, Bruno Soriano hizo a puerta vacía el gol que daba ventaja al descanso al equipo que había llevado el peso del encuentro en la primera mitad.

Poco cambió el partido en la reanudación, con un Villarreal con más posesión de balón ante un Granada al que le costaba acercarse a la meta de Asenjo. De nuevo en una acción a balón parado llegó el segundo tanto del Villarreal marcado por Álvaro al recoger desde el suelo un balón suelto a la salida de un tiro de esquina, tanto que puso el partido muy de cara al equipo de Fran Escribá.