La encomienda de Tom Brady en Tampa Bay va más allá de solo ganar juegos y vender jerseys. El reto personal que tiene en la cabeza el quarterback puede cambiarle el rostro a la franquicia entera en muy poco tiempo.

Con el equipo que armó Bruce Arians alrededor de Brady las posibilidades de que se conviertan en un equipo contendiente al Super Bowl son grandes. Con gran talento a la ofensiva y una defensiva efectiva en la presión al mariscal de campo, los Buccaneers pueden cambiar el rumbo de su barco, el cual ha estado navegando a la deriva en los últimos años.

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De conseguir un Super Bowl con los Buccaneers, Brady le quitaría a Peyton Manning el honor de ser el único pasador en ganar dos campeonatos para dos organizaciones diferentes. Tampa Bay es el gran beneficiado de ese récord por perseguir, ya que un título catapultará a la franquicia y le garantiza un aumento de seguidores, ventas y sobre todo muchos millones de dólares.

Si bien a Peyton Manning le costó cuatro campañas ganar el Super Bowl en Denver, las posibilidades de Brady se ven reducidas, ya que a sus 43 años de edad, el tiempo se agota para el veterano. El quarterback ha declarado sus intenciones de jugar hasta los 45 años, por lo que Tampa Bay tiene dos campañas únicamente para darle a Brady las herramientas para lograr su séptimo anillo y su primero fuera de Nueva Inglaterra.

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El destino está en las manos del que para muchos es el mejor quarterback en la historia de la NFL. Él puede cambiarle el rostro a una franquicia que no ha superado la mediocridad en la última década con dos graves fallas en la primera ronda del Draft en Josh Freeman y Jameis Winston. De levantar otro Vince Lombardi, Brady pondrá su nombre en lo más alto, sin discusión alguna, y de paso le dará a toda una generación de Bucaneros un lugar en la historia de este deporte.

A Tom Brady le dieron un arsenal variado para llevar a los Buccaneers al Super Bowl. Tiene un receptor Top 5 en la liga como lo es Mike Evans, acompañado de un velocista como lo es Chris Godwin. La incorporación de Rob Gronkowski al lado de O.J. Howard en la posición de ala cerrada le da a Brady un esquema similar al que ha tenido en Nueva Inglaterra.