Desde que el linebacker de los Ravens de Baltimore anunció el 2 de enero que su “último paseo” en la NFL sería cuando su equipo se despidiera de los playoffs, existía la posibilidad que cada partido fuese su último.

Ahora, después de triunfos en Baltimore, Denver y Nueva Inglaterra, ya no cabe duda: gane o pierda, Lewis jugará por última vez la próxima semana en el Super Bowl en Nueva Orleáns.

El jugador de 37 años de edad insiste que su retiro inminente no lo distrae de la meta de ayudar a los Ravens en el duelo del 3 de febrero contra los 49ers de San Francisco.

“Honestamente, no he pensado en nada que no sea en analizar el libro de jugadas y estudiar a San Francisco. Va a ser un gran partido, no importa lo que suceda. Y así es que me estoy enfocando”, dijo.

“No me he dicho ‘Es tu último partido, ¿qué piensas?’ Realmente no lo he hecho. Porque realmente solo estoy tratando de mantener a mis compañeros concentrados en el máximo premio”, acota Lewis.

Ahora en su decimoséptima campaña, Ray Lewis se alista para su segundo Super Bowl y primero en 12 años.

La última vez que jugó por el cetro de la NFL, Lewis fue el Jugador Más Valioso en la victoria de 34-7 de Baltimore sobre los Giants de Nueva York.

Tras esperar todo este tiempo para regresar, el linebacker no tiene intención alguna de conformarse con ser parte del juego: “El premio real es ir y ganar el Super Bowl. Es grandioso estar allí, por supuesto, pero ganarlo es algo especial”.

Lewis ha estado con los Ravens desde 1996, y no pasó mucho tiempo antes que se convirtiese en capitán de la defensa. Con el paso de su carrera, ha perdido algo de explosividad, pero compensado con un incansable estudio de los videos y agudos instintos.

Tras su campaña de novato, las únicas veces que Lewis no ha sido invitado al Pro Bowl fueron las campañas en que estuvo plagado por lesiones — el 2002, el 2005 y el 2012.