Sergio Pérez concluyó su segundo día de trabajo al frente de su RB16B con las mejores sensaciones a pesar de un imperfecto que sufrió con la tapa de su motor y que lo obligó a parar por unos minutos.

“Siento el potencial del coche”, reconoció el piloto mexicano, una vez culminada una sesión en la que completó 177 vueltas al circuito de Sakhir, los cuales le ayudaron a adaptarse todavía más a su monoplaza, con el cual apenas ha podido trabajar.

“Nos hemos concentrado principalmente en carreras de resistencia con compuestos duros. Fue fabuloso poder conducir el coche durante un día completo. Incluso si las condiciones no eran las más fáciles, pudimos hacer mucho trabajo y estoy mejorando cada vez más. Siento el potencial del coche. Y no puedo esperar para volver a la cabina”, dijo Checo.

Respecto al problema que sufrió con la tapa, admitió que el auto “se sintió un poco más difícil”, aunque al margen de eso no perdió demasiado tiempo en pista. Los ingenieros y el resto del equipo ya analizan qué sucedió.

Los tiempos no importan por ahora

Guillaume Rocquelin, ingeniero principal de Red Bull, se mostró satisfecho con los resultados que arrojó Pérez a bordo de su bólido, en una jornada en la que simularon carreras, incluidas paradas en los boxes, como parte del proceso de adaptación.

“Estamos felices por la rapidez con la que se instala con nosotros. Tuvimos algunos pequeños problemas, pero eso no fue nada que estropeara nuestro programa. Siempre me gusta cuando surge algo así durante las pruebas, lo prefiero al fin de semana de GP”, dijo.

“Aparte de eso, fue un día sólido. Debe quedar claro para todos que no perseguimos tiempos. Por lo tanto, no se deben sacar conclusiones apresuradas de la hoja de tiempo. Podemos estar realmente satisfechos con los dos días hasta ahora “.