Aquella noche, la del 15 de agosto de 2012, el contrincante más acérrimo dejó de temer a ese monstruo de 100 mil cabezas que siempre amagaba con devorarlo. Triunfo en un amistoso (1-0), suficiente para que Jürgen Klinsmann y sus hombres exorcizaran a los fantasmas que les acechaban en cada visita a Santa Úrsula.

El brillo de la presea áurea obtenida en Londres, cuatro días antes, aminoró el impacto del histórico revés, aunque no la moral de un equipo que ya está en México y para el que imponerse en el Estadio Azteca no es utopía.

Martín Vásquez es quien lo asegura. Se trata del hombre más cercano al estratega alemán. Mexicano de nacimiento, avencidado en Estados Unidos durante la adolescencia, conoció al otrora goleador en Los Ángeles y se convirtió en su auxiliar. Le acompañó durante la aventura en el Bayern Munich y ahora en la selección estadounidense, que mañana visitará al Tricolor.

El jalisciense afirma que ese triunfo, con gol de Michael Orozco, representa “confianza” para el equipo.

“Emocionalmente, mentalmente, sabes que puedes ganarle a México en el Azteca”, agrega, en charla. “Sí, fue un partido de preparación o más que nada de fecha FIFA y no tuvo que ver nada con la clasificación [al Mundial], pero ya hay ese antecedente y emocionalmente nos va a servir bastante… Motiva mucho”.

El de Costa Rica es el único representativo que ha derrotado al mexicano, en el Coloso de Santa Úrsula, dentro de una eliminatoria mundialista (2-1, 16 de junio de 2001), pero el rival de este martes considera tener los argumentos necesarios para agravar más la situación de José Manuel de la Torre y sus jugadores, cuyo inicio (dos unidades de seis posibles) es el peor en la historia del Tricolor dentro de los hexagonales finales de la Concacaf.

“Llegamos a México con la confianza que necesitamos para este partido”, sentencia.

Sin importar que su primera visita en la actual ronda haya finalizado con derrota (1-2, en Honduras).

Completamente familiarizado con las peculiaridades futbolísticas y de entorno que caracterizan a la Concacaf, Vásquez vaticina que el resto del camino hacia la XX Copa del Mundo será “difícil”.

“Ya nos dimos cuenta de lo complicado que va a ser… Creo que México también, después de haber arrasado en la primera fase”, complementa. “Nosotros conseguimos llegar al hexagonal, no de la manera que lo hizo México, pero sí será difícil, todos los partidos van a ser de vida o muerte”.

Por lo que llevarse todo el botín del Distrito Federal sería un auténtico tesoro. Además de hilar victorias, asestarían un sólido mazazo a su archirrival.

Martín fue el primer futbolista que estuvo en ambos combinados, a nivel profesional. Participó en tres duelos con el Tricolor entre 1990 y 1992, todos amistosos, por lo que pudo integrar el equipo estadounidense a partir de 1996, tras recibir la nacionalidad de ese país. Jugó los últimos 11 minutos del choque eliminatorio que empataron (0-0), en el Azteca, el 2 de noviembre de 1997.

Experiencias que son invaluables para Klinsmann, a quien “intento ayudar lo más posible. Él ya se dio cuenta de lo difícil de Concacaf. De México, tiene mucho respeto”.

Miedo, no. Esa sensación quedó fulminada la noche del 15 de agosto, cuando se demostraron que pueden vencer al Tricolor, con todo y su monstruo de 100 mil cabezas.