Mookie Betts se robó dos bases en un mismo turno y luego se tiró al plato para comenzar un rally de cuatro carreras y encaminar la victoria de los Dodgers en el Juego 1 de la Serie Mundial ante los Rays.

No conforme, un turno más tarde, el outfielder pegó un cuadrangular en solitario para hacer un guiño al equipo angelino, que puso todas sus fichas por él apenas hace unas semanas al otorgarle un jugoso contrato por 12 años y 365 millones de dólares. Betts se convirtió en el segundo pelotero de todos los tiempos en la Serie Mundial con una base por bolas y múltiples bases robadas en una sola entrada, una hazaña solo conseguida por un tal Babe Ruth en 1921.

Por si fuera poco, se unió a Chase Utley como los únicos jugadores con un home run y dos bases robadas en un mismo duelo del Clásico de Otoño, historia pura escrita por un hombre que los angelinos llevaron a sus filas para brillar en los grandes momentos, tal y como hizo hace par de años frente a ellos vistiendo la franela de los Red Sox.

La Diosa Fortuna estaba tan embelesada con la novena de Los Ángeles, que desmarcó a Clayton Kershaw de sus demonios en Postemporada, y en labor de seis entradas le permitió lanzar ocho ponches para elevar a 2.88 su efectividad en estos Playoffs en el primer juego en la carrera de Kershaw (temporada regular o Postemporada) que los bateadores fallan en el 50 por ciento de sus swings contra él en una salida de al menos 25 lanzamientos.  

Cody Bellinger se mandó un vuelacercas productor de dos carreras en la parte baja del cuarto rollo al impulsar la de Max Muncy, quien estaba en base. Se trató de su cuarto home run de estos Playoffs, mismo número que en sus primeras tres Postemporadas combinadas entre 2017 y 2019, además se convirtió en el primer jardinero de Los Ángeles que batea un palo de vuelta entera ante un oponente del Este de la Liga Americana en el Juego 1 de la Serie Mundial desde Dusty Baker en 1978.

Bellinger y Betts se convirtieron en la quinta pareja de exganadores del MVP en pegar cuadrangular en el mismo equipo en un juego de la Serie Mundial, siendo la primera vez que sucede desde que Barry Bonds y Jeff Kent lo hicieran en el Juego 2 de la Serie Mundial de 2002.  

En la misma entrada, Betts se convirtió en el primer jugador de Dodgers con dos bases robadas en un mismo juego de Serie Mundial desde Davey Lopes en el Juego 4 de 1981, cuando Los Ángeles terminó siendo Campeón. Para el quinto rollo llegó la hecatombe angelina con su solitario cuadrangular, mismo que fue seguido por otras tres carreras con las que los Dodgers se confirmaron como los ganadores del primer juego de la serie por pizarra de 8-3.