En Columbus, el ambiente es frío, en cuanto a clima como a promoción del juego entre Estados Unidos y México.

A cuatro días del partido, incluso, ni siquiera los medios norteamericanos han hecho mucho caso de la selección de su país, pues en la primera práctica del equipo en Columbus, apenas estuvo presente una reportera que cubre la información del Columbus Crew y el resto eran medios mexicanos.

La atención a prensa fue abierta durante 15 minutos e incluso los dos jugadores que hablaron fueron solamente en español. No hubo ninguna pregunta en inglés gracias a que los medios mexicanos acapararon las entrevistas.

En la ciudad, en tanto, tampoco se promueve el encuentro. Solamente en el aeropuerto hay algunos carteles alusivos al cotejo con imágenes de Michael Bradley y Jozy Altidore, pero fuera de eso, no hay nada más.

Para el entrenamiento de Estados Unidos, además, tampoco hubo afición que estuviera al pendiente de su actividad o con deseos de obtener una fotografía o autógrafo, mientras que en el estadio no se permiten hacer tomas dentro ni fuera del inmueble. Es algo prohibido y hay gente de seguridad revisando que no se infrinjan las normas.

En Columbus, a unos días del partido, más allá que se reportaron completamente vendidas las entradas, el ambiente de un partido de futbol entre Estados Unidos y México, no acapara la atención de la gente.