La Premier League comienza a ver la luz al final del túnel. El campeonato inglés, en suspenso desde mediados de marzo, confía en una vuelta a los entrenamientos más pronto que tarde y un comienzo de la competición a principios de junio.

La fecha límite para terminar la temporada que quiere alcanzar la Premier es el 31 de julio, una vez dado por imposible finiquitar antes del 30 de junio y evitar los conflictos con los contratos de jugadores (Willian y Vertonghen, por ejemplo) y de patrocinadores (Nike con el Liverpool) que terminan en dicha fecha.

Con el confinamiento en el Reino Unido en pie hasta como mínimo el 7 de mayo, algunos clubes han comenzado a abrir las puertas de sus centros de entrenamiento. Brighton & Hove Albion y Arsenal, que se encontraba cerrado desde el positivo de Mikel Arteta, han levantado el telón y los jugadores ya pueden ir a entrenarse de manera individual. Los futbolistas tienen un horario particular y asisten a las instalaciones por turnos, evitando juntarse.
La cuarentena en el Reino Unido es más suave que en otros países europeos como España y los ciudadanos tienen permitido una hora de ejercicio al aire libre, lo que provoca optimismo para una vuelta progresiva a los entrenamientos en grupos.

Según la prensa inglesa, el retorno a la competición podría ser el 8 de junio, dejando casi dos meses para completar las ocho jornadas que restan de la Premier (92 partidos) y allanar el camino para jugar las competiciones europeas en agosto.

Para reafirmar estas intenciones, los clubes se reunirán en videoconferencia este viernes, como han hecho en algunas semanas pasadas.

Pese a avistar una posible fecha, aún quedan muchos interrogantes que resolver, como los tests a futbolistas para determinar que son aptos para jugar, si serán los encuentros a puerta cerrada (es la opción más plausible) y si se jugará en los campos habituales o se disputará en una sede central, para evitar posible propagaciones.

Además, una de las opciones que maneja la Premier es la de televisar los encuentros de manera gratuita para que los aficionados no tiendan a congregarse, ya sea en casa o incluso en las calles a la hora de celebrar algún título.