Hace casi dos décadas, Paul Pierce, exbasquetbolista de los Boston Celtics, vivió un tormentoso momento que casi le cuesta la vida tras ser apuñalado 11 veces en la cara, cuello y espalda en un club de la ciudad.

Después de casi 20 años de la tragedia, el exjugador confesó que durante dos años del suceso que marcó su vida, la paranoia se apoderó de él y siempre llevaba consigo dos pistolas.
“Mucha gente no lo sabe, pero durante dos años estuve llevando dos pistolas siempre conmigo. Estaba paranoico. No podía estar en aglomeraciones con mucha gente, no podía dormir, necesité que la policía vigilara mi casa las 24 horas del día durante mucho tiempo”, confesó.

Paul Pierce, alero que se retiró en 2017, vivió para contar la trágica historia, pues gracias a la rápida intervención de Tony Battie y su hermano, el exjugador fue trasladado a un hospital evitando morir desangrado.