Por primera vez en la historia, un partido de la Copa Libertadores se jugará fuera del Continente Americano y será nada más y nada menos que la Gran Final 2018 entre River Plate y Boca Juniors, quienes se enfrentarán el 9 de diciembre en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid.

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, hizo el anuncio en la sede del organismo, agradeciendo las facilidades otorgadas por el Real Madrid para llevar a cabo este histórico encuentro que no se pudo jugar en el Estadio Monumental de Buenos Aires por actos de violencia contra el camión que llevaba a los jugadores de Boca.

“La elección de la administración es que se va a disputar con ambar hinchadas en la ciudad de Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu. Será el domingo 9 a las 20:30 hora española (13:30 horas del centro de México)”, expresó.

“Florentino (Pérez, presidente del Real Madrid) me dijo que el Bernabéu está a disposición y gratis. La Conmebol no quiere ganar dinero de esto. Se va a crear un fondo con lo que se gane del partido que se va a utilizar para luchar contra la violencia en el futbol”.

Acerca de por qué se eligió la ciudad de Madrid para albergar el juego, el dirigente alabó la capacidad hotelera, de comunicaciones y la seguridad de la capital española.

“Madrid es la ciudad con más población argentina del mundo que no sea Argentina, es la décima ciudad más segura del mundo, es el aeropuerto con mayor conectividad de aeropuertos y es una ciudad con tradición de futbol. Espero que todos los que vayan sea para alentar, a todos los buenos y a los que amamos el futbol, sigamos luchando juntos. La pelota no se va a manchar, bajo mi mandato va a rodar”.