Nigeria cumplió los pronósticos al golear hoy por 1-6 a la frágil selección de Tahití en partido por la Copa Confederaciones, resultado que encumbró a los africanos al primer lugar del Grupo B, con igual número de puntos que España, pero mejor diferencia de goles.

 

Los africanos dejaron atrás el cansancio de un viaje de última hora que tan sólo les permitió llegar a Brasil en la víspera del partido, así como la crisis interna generada por la reducción de los premios prometidos, y cumplieron el deber de debutar con una goleada en un grupo en el que los dos semifinalistas pueden ser definidos por el saldo de goles.

 

Pese al mayoritario apoyo que Tahití recibió de los asistentes al estadio Mineirao, de Belo Horizonte, los oceánicos no tuvieron oxígeno suficiente para detener los peligrosos y rápidos ataques de las águilas verdes.

 

El campeón de Oceanía, considerado la cenicienta del torneo por contar con un equipo con solo un futbolista profesional, resistió más de lo previsto en el primer tiempo y hasta anotó un gol histórico, pero fue impotente ante la rapidez de los nigerianos.

 

Pese a que Tahití, en su primer partido lejos de Oceanía, fue el primero en lanzar un ataque, con un balonazo de Simon que el portero Enyeama no tuvo problemas en contener, los africanos asumieron el control del balón rápidamente.

 

Las águilas verdes sólo necesitaron cuatro minutos para abrir el marcador con un disparo fuerte de Echiejile, que terminó engañando al portero Samin tras rebotar en dos jugadores de Tahití.

La situación para Tahití se complicó en el minuto nueve cuando el defensa Bourebare se enredó y entregó un balón en los pies de Oduamadi, que tan sólo tuvo que librarse de dos marcadores para vencer sin dificultades a Samin y ampliar el marcador.

 

Musa casi consiguió ampliar cinco minutos después con una rápida invasión en la que superó a varios zagueros e incluso al portero, pero que no consiguió completar por la intervención a tiempo de Caroine.

 

Pese a los débiles intentos de reacción de los oceánicos, Nigeria llegó con facilidad al tercer gol en el minuto 25, luego de que Musa ingresara al área rival por la punta izquierda y levantara un balón que Samin dejó escapar de las manos y que Oduamadi no perdonó.

 

En los últimos minutos del primer tiempo, para delirio del mayoritario grupo de hinchas que apoyaba a Tahití, los oceánicos ensayaron algunas jugadas y llegaron al menos tres veces con peligro a la portería de Enyeama, mientras que los africanos, al parecer satisfechos con el resultado, se limitaban a explotar contragolpes.

 

Los tahitianos regresaron al segundo tiempo con la misma disposición pese a la desventaja e insistieron con jugadas por las laterales, que poco avanzaban.

Para sorpresa de todos, un minuto después de que Tahití perdiera a Vallar por lesión muscular, Jonathan Tehau anotó de cabeza el gol de honra de los oceánicos tras un tiro de esquina.

La anotación fue largamente festejada por el público y por los jugadores, que simularon remadas en una embarcación, ya que fue el primer gol de Tahití en un partido oficial fuera de su país.

Pero transcurridos veinte minutos del segundo tiempo, los jugadores de Tahití comenzaron a dar muestras de cansancio y perdieron también por lesión a su único profesional, Marama Vahiura, lo que fue aprovechado por los africanos para definir el partido.

Nigeria comenzó a lanzar rápidos ataques que los oceánicos difícilmente conseguía seguir y que dejaron varias veces a los africanos en fuera de lugar.

Eso permitió que las águilas verdes anotaran tres goles en sólo diez minutos y que dejaran definida la goleada.