El delantero brasileño, Neymar, tuvo un percance con un aficionado al terminar la Final de futbol en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde Brasil consiguió el título por primera vez en su historia.

Cuando estaba en la celebración por la presea dorada, el astro del Barcelona corrió hacia la tribuna y comenzó a gritarle a alguien que se encontraba en la tribuna.

Tras eso, varios guardias lo separaron de la barda pero Neymar hizo fuerza para regresar a continuar con sus gritos e incluso dio un manotazo en un charco de agua que se encontraba en una mesa junto a la barda.

Diversas fuentes señalan que esto pudo haber sucedido porque se le criticó de ser flojo por su actuación en los primeros partidos de los Juegos Olímpicos.