El baloncesto de la NBA está de vuelta y con él la ilusión de 29 equipos que buscan destronar al Heat de Miami que, liderado por LeBron James, parte como favorito para volver a conquistar el Trofeo Larry O’ Brien.

La 2011-12 fue una temporada de ensueño para Miami. De la mano del coach Erick Spoelstra, el Heat consiguió 46 triunfos por 20 reveses y accedió a los Playoffs como segundo lugar de la Conferencia Este, detrás de Chicago, que consiguieron la mejor marca del año, con 50-16.

Ya instalados en Playoffs, los de la Florida desplegaron su mejor juego y fueron verdugos del Thunder de Oklahoma City en Las Finales, consiguiendo así el segundo campeonato de la institución y reponiéndose de aquella serie final de 2010-2011 ante los Mavericks de Dallas.

Hoy, el objetivo es el mismo: hacerse con el anillo de campeón, pero para ello la gerencia buscó reforzar al equipo dándole profundidad y experiencia a su rotación al adquirir a dos grandes jugadores: Ray Allen y Rashard Lewis, veteranos que proceden de los Celtics de Boston y de los Wizards de Washington, respectivamente. Con ellos a bordo, y conservando el mismo núcleo de jugadores con los que se enfrentó la campaña anterior, Miami vuelve a las duelas con la etiqueta de favorito.

Este martes, el camino del Campeón hacia Las Finales de esta temporada inicia en casa frente a los Celtics de Boston, equipo con el que LeBron James tiene una enconada rivalidad desde que éste jugaba con los Cavaliers de Cleveland.