Los Lakers de L.A. no habían estado tan cerca de otro Trofeo Larry O’Brien como al pasado viernes, a 10 segundos de finalizar el Juego 5 de Las Finales, pero Jimmy Butler selló una hazaña más en su cuenta y Danny Green -el enemigo en casa- se encargó de asegurar un sexto encuentro.

Esta tarde, los de amarillo y morado están obligados a poner el punto final a una serie que podría jugarles en contra si le dan más vida al Heat. LeBron James y Anthony Davis fueron contratados por algo y ese motivo no es más que levantar -en primera instancia- el título 17 de una  historia llena de éxitos, pero que en los últimos años ha tenido más pasajes oscuros que otra cosa.

Para ello, el Rey y La Ceja deberán superar lo hecho hace dos noches, pues aunque en conjunto sumaron 68 unidades, dieron demasiadas ventajas con pérdidas increíbles de balones.

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En total fueron 15 errores que costaron 14 unidades a favor de los de Miami, quienes también dieron ventajas y admitieron 25 puntos en contraataques de los angelinos, pero que a la larga, quedará en  anécdota, pues se quedaron con la victoria en el momento más indicado.

Y es por ese mismo camino, el de la motivación, por el que deberá transitar el conjunto de Erik Spoelstra para alargar la rivalidad hasta el Juego 7, pues arrebatarle la gloria a los Lakers no era tarea fácil.

Además de Butler, la confianza está puesta en Duncan Robinson, quien fue el complemento perfecto para Jimmy y que con su afinada mira está obligada a buscar hacer daño a los 16 veces campeones de la NBA, que ahora viven entre el cielo y el abismo.