Con Anthony Davis en estado de gracia y con LeBron James como sigiloso líder con un doble-doble, los Lakers se llevaron el triunfo en el Juego 1 de las Finales de la NBA. El Heat se enfrió tan pronto terminó el primer cuarto —severamente golpeado por lesiones— y regaló un partido en el que Los Ángeles llegó a estar 32 puntos arriba, como si se tratara de una práctica cualquiera entre titulares y suplentes.

‘La Ceja’ Davis registró 34 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias con el 52.4% de efectividad en sus tiros de campo en el que fue su primer partido de Finales de NBA para comandar el cómodo triunfo angelino por pizarra de 98-116 sobre Miami. Los Lakers registraron el 45.2% de efectividad en sus tiros de campo hasta registrar una seguidilla de 77 puntos contra solo 30, como muestra de su total dominio.

Ya desde antes de que sonara la bocina para anunciar el comienzo de las Finales, el ambiente era especial en la Burbuja. El violonchelista Ben Hong interpretó el Himno de los Estados Unidos mientras los jugadores y staff se arrodillaron —a excepción de un jugador por equipo—con los brazos entrelazados entre sí.

 

El encuentro comenzó con una probada de lo que sería el desarrollo del mismo, con Joe Crowder encestando la primera canasta con un triple, respondido de inmediato por Anthony Davis. Una ida y vuelta que en el inicio inclinó la balanza del lado del Heat, pero conforme transcurrieron los minutos, los Lakers anotaron hasta llevarse la ventaja al término del primer periodo por tres puntos de diferencia.

Poco a poco Davis se apoderó de la pintura y un poco más, se diversificó con dos triples en la primera mitad y con una efectividad del 63.6% en sus tiros de campo hasta ese momento, mientras que en la periferia, tanto Danny Green como Kentavious Caldwell-Pope se repartieron cuatro triples cada uno, mientras LeBron era asediado por Andre Iguodala, su sombra por antonomasia en Finales, para finalizar el primer medio de juego con una ventaja de 48-65 a favor de los angelinos.

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El tobillo derecho de Butler falseado, un hombro lastimado de Adebayo y el pie izquierdo lesionado de Dragic —los dos últimos teniendo que abandonar el juego— provocaron que gradualmente Miami se desinflara, al punto que desde que se fueron 23-10 arriba en el marcador recibieron 70 puntos en contra por solo 31 a favor en carrera, como muestra de su tambaleante devenir en la duela de Orlando.

El resto fue mero trámite, mismo que sirvió para LeBron cerrara con decoro su primer triunfo en un Juego 1 de Finales desde 2011 con 25 unidades, 13 rebotes y 9 asistencias, así como darle proyección a su banca con aporte de Rajon Rondo y Alex Caruso que sumó para redondear la obra maestra en el regreso de los Lakers a su primera serie por el título de la NBA en una década.

Ahora, tendrán un día de descanso para tener la primera revancha el viernes con el Juego 2 en la Burbuja.