El jugador de críquet australiano, Phillip Hughes, falleció este jueves en un hospital de Sídney dos días después de haber sido golpeado en la cabeza por una pelota mientras bateaba en un estadio de esa ciudad australiana.

El deportista, de 25 años, se fracturó el cráneo y sufrió una hemorragia cerebral. Fue operado e inducido al coma para aliviar la presión en la zona afectada. Los médicos del Hospital St. Vincent de Sídney anunciaron su muerte después de que sus familiares decidieran desconectar los aparatos que lo mantenían vivo.

“Nunca llegó a recobrar la consciencia tras la herida que sufrió el martes. No sufría cuando murió y estaba rodeado de su familia y amigos más cercanos. La asociación australiana de críquet ruega que se respete la privacidad de la familia Hughes, los jugadores y el personal”, detalló el jefe del equipo médico, Peter Brukner en un comunicado.

En el momento del accidente, Hughes, quien participaba en un partido entre Australia del Sur y Nueva Gales del Sur, recibió un golpe en una parte de la cabeza que no estaba protegida por el casco al no calcular bien el lanzamiento que le hizo Sean Abbott.

Como muchos niños de su época, Phillip soñó con jugar al críquet con los grandes y a los 17 años se mudó a Sídney para vestir la camiseta del club Western Suburbs. Un año después formó parte del equipo de Nueva Gales del Sur, y dos años más tarde se estrenó como internacional al reemplazar al legendario Matthew Hayden.