Estadio Olímpico Atahualpa – ¡Tenía que aparecer! Le imploraban que hiciera algo, que salvara de la hecatombe a Argentina, que le diera una luz de esperanza a su país y, sobre todo, que se echara al hombro a una Albiceleste que agonizaba… y lo hizo.

El genio, el mago Lionel Messi ejecutó una actuación digna del crack y con un majestuoso “Hat-Trick” en la altura de Quito, Argentina obtuvo el sufrido y agónico boleto a la Copa del Mundo del próximo año, al vencer 3-1 a Ecuador en la última fecha de la eliminatoria de Conmebol.

Los de Sampaoli avanzaron directo a Rusia 2018 gracias a que se combinaron otros resultados favorables, como la derrota de Chile contra Brasil con la cual La Roja se quedó sin Mundial, así como el emapte entre Perú y Colombia, que permitirá a los incas ir al Repechaje contra Nueva Zelanda en noviembre.

Argentina necesitaba ganar para al menos asegurar el repechaje y si Perú empataba o perdía con Colombia, más una derrota de Chile en Brasil, lo metía directo al Mundial. Para fortuna de la pampa, todo eso sucedió.

Pero si toda la eliminatoria había sido un calvario para Argentina, no podía ser de una forma diferente en la última fecha. No había pasado ni un minuto del partido, cuando Romario Ibarra, metía el primero para los locales y el panorama para la Albiceleste se puso aún peor.

El túnel era denso, no había luz por ningún lado y el terror se apoderaba de los dirigidos por Jorge Sampaoli, hasta que apareció el redentor, el salvador Lionel Andrés, que igualó los cartones al 12’, con un remate raso y potente dentro del área.

Argentina tomó la batuta y recobró la memoria, la categoría y la estirpe ganadora que ha tenido toda su historia, aunque en los últimos meses se había escondido. Otra vez Lionel, siete minutos después, ponía el 1-2 con un zurdazo al ángulo, imposible para el guardameta.

Ecuador solo puso resistencia unos minutos con el gol y después, se esfumó y confirmó que las glorias de antaño han quedado muy atrás en un país que parece se atascó en su desarrollo futbolístico, en tanto que al 62’, otra vez Lio, resolvió de una vez y por todas el “quilombo” argentino y clavó el tercero y definitivo, mientras sus compañeros, Sampaoli y un país entero se rindieron por siempre a sus pies, esas extremidades mágicas que buscarán, una vez más, levantar en Rusia la tan ansiada Copa del Mundo que se quedaron a nada de ganar hace cuatro años en Brasil.