El cierre de la NFL ante la pandemia de coronavirus negó a los equipos la oportunidad de tener más tiempo de reunirse en persona con los prospectos del draft que están lesionados, con antecedentes escabrosos o que pasaron desapercibidos.

Estos jugadores están en riesgo de ser seleccionados más abajo en el draft de lo que sucedería en un año normal.

Aquellos que tuvieron una mala actuación en el combinado ante reclutadores en febrero no tendrán otra oportunidad. Quienes no hicieron todos los ejercicios en esa sesión debido a lesiones u otras razones no participarán en una sesión con representantes de los equipos ni agendarán entrenamientos privados.

Y aquellos con problemas fuera de las canchas no podrán limpiar su imagen en entrevistas en persona, que son reuniones más cercanas que las conversaciones en el combinado.

Los prospectos y sus agentes tuvieron que hacer uso de su creatividad enviando videos de entrenamientos. Zoom y Skype se convirtieron en el medio para las entrevistas y los equipos han estado trabajando con personal del cuerpo de entrenadores universitarios para adquirir información médica lo más detallada posible.

“Este es un draft muy extraño”, dijo el Miembro del Salón de la Fama Gill Brandt, analista de NFL.com y exdirector de personal de jugadores de los Cowboys. “Hay algunos buenos jugadores en el draft que son muy parecidos, y es ahí donde el obtener la mayor información posible ofrece una ventaja de elegir a uno en vez de otro”.