La Liga de Fútbol Profesional (LFP) de Francia está estudiando crear un fondo crediticio comunitario para ayudar a los clubes a superar las dificultades financieras que puedan tener debido al parón de las competiciones por la pandemia de la COVID-19.

Según fuentes de la organización, sería un crédito de entre 200 y 250 millones de euros que se pediría con el aval de los futuros ingresos por televisión, tanto los actuales del canal BeIN Sports, como los de las siguientes temporadas, comprados por la española Mediapro.

De esta forma se persigue permitir a las entidades que afronten los gastos durante estos meses, cuando han visto reducirse sus ingresos por la falta de la venta de entradas y de todos los beneficios asociados a la disputa de los partidos. A ello se suma que Canal Plus ha decidido congelar el pago de 110 millones de euros que debía hacer el próximo 5 de abril, al no poder difundir los partidos.

Esa decisión puede ser un duro golpe para los clubes, que en Francia reciben de los derechos de transmisión por televisión el 36 % de sus ingresos en la primera división.

Otra amenaza proviene de que el mercado de traspasos puede verse duramente afectado por el parón. Los clubes franceses son tradicionalmente vendedores y de ese apartado obtenían una importante parte de sus ingresos.

La mayor parte de los clubes ha acudido a mecanismos de paro parcial de su masa laboral o a reducciones salariales de sus estrellas. Pero, aún con esas soluciones, las arcas de los clubes deben soportar hasta el 84 por ciento del sueldo neto de los jugadores, no cubierto por los expedientes de regulación parcial de empleo.