No gusta, no golea ni convence, pero aunque hace unas semanas el Real Madrid parecía caerse a pedazos en todas las competencias, el presente de los Merengues es que pasaron como líderes de grupo en la Champions y este domingo vencieron el Eibar como visitantes para seguir en la cima de LaLiga junto al Atlético de Madrid.

La puntería que suele faltarle a los dirigidos por Zinedine Zidane sí la tuvieron en Ipurúa, ya que en sus dos primeros remates a gol ya estaban arriba 0-2 gracias a Karim Benzema y Luka Modric con menos de un cuarto de hora.

Eso sí, los locales metieron el gol más bello de la velada con un zapatazo de Kike García que describió un efecto brutal para meterse en el ángulo del segundo poste de Courtois, quien con sus casi 2 metros de largo se vio “enano” en la estirada.

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Después el juego se atascó, las llegadas escasearon y el Madrid “jineteó” la ventaja hasta que en el agregado metió el 1-3 definitivo por conducto de Lucas Vázquez, a quien finalmente le pusieron en su posición natural de extremo y no como lateral.