Kiev – La capital ucraniana está de fiesta. Desde las primeras horas del día, el Fan Fest localizado en la calle principal, Kreschyatik, se llenó de gente lista para celebrar el partido más importante de la temporada futbolística.

Algunos eran locales, emocionados por la oportunidad de volver a albergar un evento de esta magnitud, después de haber sido sede de la Euro en 2012. Otros eran turistas, aficionados de todas partes del mundo, que vinieron a disfrutar del partido pero también a descubrir una ciudad que respira futbol y que les ha dado la bienvenida con los brazos abiertos.

La zona para aficionados, que se extiende por un par de kilómetros en el centro de la ciudad tiene un menú de opciones para que incluso la tía amargada a la que no le gusta el futbol pueda pasársela bien. Y si se añaden los 27 grados de temperatura, no se puede pensar en un mejor viernes para salir a la calle.

Por un lado estaba el partido de leyendas, que enfrentaba a antiguos ídolos ucranianos, como Andriy Shevchenko y Serhiy Rebrov, contra un combinado de estrellas extranjeras, entre las que destacaban Deco y Ruud Gullit.

Más adelante, había juegos de realidad virtual, concursos de habilidad e incluso una banda de bastoneras que no llevaban el ritmo de la manera más sincronizada posible pero cuyo atractivo visual era absolutamente innegable.

Así es como se vive la víspera de la Final de la Champions League. Mañana habrá aún más fiesta durante el día, para que, a las 21:45 locales (13:45 de México) llegue el platillo principal. El dueño soñado entre Liverpool y el Real Madrid.