A la Juventus le costó trabajo demostrar todas las diferencias que existen entre su plantilla y la del modesto Ferencvaros de Hungría, equipo que le sacó un susto a los de Turín y de no haber sido por una genialidad de Cristiano Ronaldo y un gol en el último minuto de Álvaro Morata, la Vecchia hubiera completado un ridículo, pero al final sacó el triunfo 2-1 y selló ya su boleto a los Octavos de Final de la Champions League.

Los húngaros se plantaron en la cancha del Juventus Stadium con personalidad, sabedores de que sería complicado quitarse la etiqueta de víctimas, pero eso les ayudó a soltarse, a adueñarse de la pelota por momentos y a ponerse al frente en el marcador a los 19 minutos. La sorpresa en Turín se estaba dando, el Ferencvaros ante todo pronóstico estaba arriba en el marcador y no solo eso, y es que por momentos exhibían las carencias defensivas de la escuadra que dirige Andrea Pirlo. La única manera de romper el candado impuesto por las Águilas Verdes fue a través de un golazo de Cristiano Ronaldo.

aEl portugués se animó a sacar un tiro desde fuera del área para cruzar vencer al cancerbero que estaba en plan de héroe antes de que terminara el primer tiempo En el segundo tiempo la Juventus se fue con todo al frente, pero las ideas se le fueron terminando con el pasar de los minutos y la desesperación comenzó a llegar conforme el final estaba apareciendo. Ya en tiempo de composición Álvaro Morata resolvió con un certero remate de cabeza para darle la victoria a la Juventus y acercarlo a la siguiente fase de la Champions League.