Joakim Soria era un joven prodigio de Grandes Ligas en sus años mozos, un forastero con un látigo capaz de castigar de una manera tan letal que fue bautizado como el ‘Mexicutioner’. Pero la sabiduría que cimbra la vida de las personas con el paso del tiempo le dio una madurez tal que no solo se desmarcó de aquel apodo por su connotación que hacía una apología a la violencia, también le ayudó a mantenerse estoico pese a la voracidad de la MLB.

Nacido en Monclova, Coahuila, hace 36 años, Soria ha tenido carrera camaleónica, con bemoles que incluyen un juego perfecto en 2006 con los Yaquis de Ciudad Obregón en la Liga Mexicana del Pacífico, una victoria como relevista en Playoffs con los Brewers, y una colecta de 222 salvamentos (máxima cifra para un cerrador azteca) a lo largo de 13 temporadas en las Mayores. Con los Athletics desde la temporada pasada no pierde el sueño de proclamarse Campeón en la Serie Mundial.

“Primero debo mantenerme saludable, tengo 36 años, uno no deja de pensar en eso. Mantenerse saludable es de mis principales metas toda la temporada para tratar de ayudar a este equipo lo más que pueda para llegar a la Serie Mundial. Es el objetivo por el que estamos aquí y creo que es la meta principal”, dijo ‘El Látigo de Monclova’ en conferencia telefónica.

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El monclovense se trepó al montículo en la séptima entrada del tercer encuentro de la serie entre Oakland y Los Ángeles Angels, donde recetó un out y permitió un imparable sin daño. Un importante primer paso rumbo a la consecución de una meta que ahora tendrá nuevos obstáculos en el camino debido a las reformas al calendario provocadas por el coronavirus, mismas que incluyen ahora tres partidos en el Wild Card.

“Los Playoffs ya es una muestra totalmente diferente, a la hora de tener solo 60 juegos esta temporada y tener un poquito más de Playoffs, llevar más beisbol a la afición, que tanto necesita cosas positivas y que tanto nos concentremos en la pelota y ellos disfruten un poco más de beisbol y disfruten un poco más de Playoffs”, explicó.

Pero Joakim es un hombre de retos, basta con ver su resiliencia en Grandes Ligas para entender que se trata de ese genotipo que anida entre las células de los grandes genios nacionales, esos cuyo brillo deslumbra más allá de las fronteras. Es así como el relevista logró convertirse en un All Star en 2008 y 2010 cuando formaba parte de los Royals y tuvo después la claridad para adaptarse a las condiciones de la liga hasta llegar a Oakland.

“En la evolución cada año es diferente, uno tiene año con año nuevas experiencias a la hora de lanzar, incluso con tus lanzamientos hay veces que la curva está un poco diferente, que el slider el cambio está mejor, entonces uno tiene que adaptarse a la hora de estar jugando el día a día y saber que tienes que sacar la casta, los pitcheos son los mismos de cuando estaba con los Diablos Rojos del México a como estoy ahorita, creo que lo que evoluciona es la madurez a la hora del juego”, puntualizó.