Jerome Bettis, en medio de un mar de Toallas Terribles de los Acereros de Pittsburgh, fue exaltado este sábado al Salón de la Fama de la NFL con una fuerte impronta del oeste de Pennsylvania.

El corredor de Acereros encabezó a los ocho astros que ingresaron en el Salón de la Fama de la NFL. El ‘Autobus’ Bettis, el sexto en la tabla histórica de acarreos de la NFL, recibió una abrumadora ovación durante su presentación antes de la ceremonia oficial de consagración.

La multitud que atestó el estadio Tom Benson aclamó a Bettis cuando cruzó la alfombra roja rumbo al destino final de un jugador que encarnó la clase obrera de la ciudad y al equipo al que llevó a conquistar en 2006 su quinto título del Super Bowl.

Charles Haley, el único jugador en la historia de la NFL con cinco anillos de Super Bowl, pronunció un discurso provocador espontáneo de buen humor que atañó a muchos, desde el exdueño de San Francisco, Eddie DeBartolo Jr., hasta el propietario de los Cowboys, Jerry Jones.

DeBartollo describió la decisión de transferir a Haley a Dallas en 1992 como su error más grande cuando estuvo al frente del equipo.

Haley no lo contradijo, pero también rindió un emotivo homenaje a quienes contribuyeron a configurar su singular carrera. Eso incluyó un elogio a Jones, quien organizó una campaña para donación de médula ósea cuando diagnosticaron leucemia a la hija de Haley.

El exgerente general de Green Bay Ron Wolf; El exejecutivo de la NFL, Bill Polian; el centro Mick Tingelhoff, de Minnesota; Will Shield, guardia de Kansas City; Junior Seau, apoyador, y el receptor Tim Brown también se sumaron a Bettis y Haley en la Clase de 2015.

El escenario era el ideal para Bettis, una figura idolatrada famosa por su velocidad y sonrisa sencilla, y acumuló 13.662 yardas en acarreos.