Cuando los Texanos tuvieron la primera selección global de un Draft las primeras dos veces en su historia eligieron en 2002 un quarterback (David Carr) y en 2006 un ala defensiva (Mario Williams). Hoy que están nuevamente en el reloj con el poder de decidir primero en 2014, Houston enfrenta la encrucijada entre tomar un pasador o un cazador de cabezas.

La necesidad más importante del equipo parece ser la de un quarterback después de negociar a Matt Schaub en la pretemporada y firmar al veterano Ryan Fizpatrick. El problema es que el jugador más telentoso de esta generación de prospectos colegiales es Jadeveon Clowney, el ala defensiva de South Carolina.

Emparejar a Clowney con el Defensivo del Año de 2012 J.J. Watt le daría a los Texanos uno de los mejores combos de la NFL para presionar a los pasadores rivales.

Los quarterbacks disponibles para este Draft parecen prometedores aunque existen algunas dudas entre los principales prospectos. Johnny Manziel, un héroe local en Texas tras ganar el Trofeo Heisman en 2012 y brillar con los Aggies de Texas A&M, no cumple con los estándares físicos de un pasador prototipo de la NFL.Manziel mide 1.82 metros y pesa 93 kilos. Los equipos de futbol americano profesional suelen buscar quarterbacks de 1.96 metros y más de 100 kilos en promedio.

Blake Bortles de la Universidad Central Florida cumple con esos parámetros. Mide 1.93 y pesa 105 kilogramos. La duda que genera es su movilidad y que en las evaluaciones generales de los cazadores de talentos, Manziel parece superarlo por su inteligencia y liderazgo.

Otro pasador que está en la mezcla es Teddy Bridgewater, de Louisville, (1.87 metros y 97 kilos), pero dejó qué desear en las pruebas del Scouting Combine, evento en el que los prospectos muestran sus habilidades enfrente de los coaches de la NFL.

La decisión que encara Houston es tomar al mejor jugador disponible según los especialistas o al mejor que cubra una necesidad del equipo.

Todos los equipos llegan al Draft con una estrategia basada en sus necesidades y enlistan a los mejores prospectos que consideran cumplen mejor con las expectativas del entrenador con base en pruebas a los que son sometidos.

A la par, existe una lista de los mejores prospectos que hay en el futbol americano colegial, que poco a poco se van borrando y cuando sorpresivamente está disponible cuando les llega su turno de elegir, es muy complicado no tomarlo, aunque no cubra una necesidad. El talento nunca sobra en un equipo y mientras más profundidad exista en un roster, es mejor para cubrir lesiones o bajas de juego.

Además de que el Draft puede ser un albur, pues muchas veces, los grandes prospectos no cumplen con las expectativas de jugar a buen nivel en la NFL y resultan un fiasco.

Hay muchos casos de jugadores que brillan en el futbol americano profesional después de haber sido seleccionados en rondas tardías o inclusive llegando como agente libre.

La primera decisión es para Houston y a partir de ahí, todos los equipos esperarán tomar al mejor jugador que ayude a buscar un título de Super Bowl.

– Con información de AP

El día que puede definir el porvenir

No es un día cualquiera. El Draft de la NFL, sobre todo en la primera ronda, requiere de una labor de análisis, discernimiento y capacidad de reacción. De esto depende a veces el futuro de una franquicia.

Un ejemplo: en 1990 Dallas seleccionó a Emmitt Smith como la 17 global y el egresado de Florida se convirtió en el líder en yardas de todos los tiempos (18 mil 355).

Los Jets, con la segunda, se decidieron por otro corredor, Blair Thomas, quien duró apenas tres temporadas con ellos y seis en total en la NFL, con apenas siete touchdowns. Jugó con cuatro equipos y se quedó a poco más de 15 mil yardas de lo que logró Emmitt.

Hay casos de jugadores que a pesar de ser tomados en rondas tardías tuvieron una carrera mucho más productiva en la liga que otros que fueron tomados mucho antes.