El Valencia reafirmó su recuperación al ganar 1-3 en Granada y alcanzar con su tercera victoria consecutiva la salvación virtual, lo que acerca cada vez más al equipo granadino a Segunda División después de haber sumado sólo un punto en las seis últimas jornadas y de seguir a siete del corte de la permanencia. Guillermo Ochoa jugó todo el duelo.

El Granada compareció bien en el partido y dispuso de la primera ocasión en un contragolpe que acabó con un disparo muy desviado del marroquí Mehdi Carcela-González, a los 6 minutos, cuando estaba en una buena posición para marcar.

Los levantinos, que pese al dominio local daban la sensación de tener el partido controlado en todo momento, dieron un zarpazo letal con dos tantos marcados en dos minutos, poco antes de la primera mitad, ambos con certeros remates de Zaza. El 0-1 llegó con un cabezazo en el minuto 19, tras un perfecto centro de Martín Montoya, y el 0-2, sin apenas tiempo para la recuperación local, con un remate a placer en el segundo palo después de un preciso envío lateral del vigués Santi Mina.
Un remate fuera del ucraniano Artem Kravets y otro de Boga que atrapó sin problemas Diego Alves fueron las mejores acciones rojiblancas hasta el intermedio, mientras que el mexicano Guillermo Ochoa evita el 0-3 en un mano a mano ante Zaza en una gran contra llevada por el portugués Joao Cancelo.

Sin embargo, fue un espejismo porque a los diez minutos de la reanudación el Valencia sentenció el choque cuando, tras una posesión larguísima, Santi Mina firmó el 0-3 libre de marca desde el punto de penalti a pase desde la derecha de Carlos Soler.

Granada redujo diferencias diez minutos después al aprovechar Ezequiel Ponce un robo de balón ante la relajada zaga local para batir de disparo cruzado a Diego Alves. El argentino mandó callar a la grada tras marcar el 1-3 y desde entonces se convirtió en el centro de las críticas de la enfadada afición local.