La semana mágica de Fabio Fognini acabó este domingo con una obra magna. El italiano levantó su primer Masters 1.000 en Montecarlo, el noveno título de su carrera, tras acabar con la resistencia de Dusan Lajovic por 6-3 y 6-4. En un cuadro con casi todos los mejores tenistas del planeta, incluidos los tres primeros, dígase Novak Djokovic, Rafael Nadal y Alexander Zverev, fueron Fognini y Lajovic los que se disputaron la prestigiosa corona del Principado monegasco. Desde 2005 sólo había estado al alcance de Nadal y Djokovic y Stan Wawrinka.

La primera final de Lajovic le pesó como una losa al discípulo de José Perlas, que sólo marcó el ritmo del partido en los compases iniciales. El serbio se adelantó con 1-2 y ‘break’. A partir de entonces, Fognini fue el único dominador. A su talento le unía su experiencia. Y es que era la decimonovena final para él.

Corrado Barazzutti, el último italiano en plantarse en la última ronda del Country Club en 1977, apoyaba al vencedor desde su banquillo. Ningún compatriota había inscrito su nombre en un TMS desde su introducción en el calendario ATP en 1990. Para encontrar al último tenista transalpino en imponerse en la tierra monegasca había que remontarse a Nicola Pietrangeli en 1968.

Lejos queda el recuerdo de la primera ronda con Andrey Rublev, cuando el ruso dominaba por 6-4, 4-1 y cinco pelotas de 5-1. Fognini es el octavo que estrena su palmarés en torneos Masters 1.000 en los últimos 17 eventos de la categoría. Y es que la tiranía del ‘Big Four’, está tocando a su fin.

Fabio, sin tiempo para celebraciones, se desplazará mañana a Barcelona donde el martes o miércoles debuta en el Godó ante el ganador del partido entre Nicola Kuhn y un jugador de la previa.