Tan pronto ganaron sus respectivas series, Lakers y Heat se tomaron un día libre para despejar la mente y liberar la tensión acumulada durante más de 70 días enclaustrados en la Burbuja implementada en Orlando para evitar contagios en la pandemia. El aislamiento no ha sido sencillo para los jugadores, que tuvieron que renunciar a su vida social a cambio de la gloria, misma que están a solo cuatro triunfos de alcanzar en estas atípicas Finales en una sede única.

Los Ángeles y Miami jamás se habían encontrado en esta instancia definitoria, así como nunca antes se habían disputados unas Finales de NBA sin público, además de ser el primer enfrentamiento en una Final entre dos equipos que se perdieron los Playoffs la temporada anterior y que tuvieron que sortear aún más adversidades que cualquier otro finalista en antaño al suspenderse la campaña regular por el brote de coronavirus y reanudarse en Disneyworld sin la presencia de sus seres queridos.

“Es importante salir del cuarto en este ambiente de Burbuja. Los capitanes LeBron (James) y Anthony Davis están ahí con el grupo, estuvieron haciendo barbecue o en sus cuartos pero con compañeros. Es contagioso para el grupo estar juntos en esta situación sin nuestras familias y lejos del mundo real”, explicó el coach de Lakers Frank Vogel.

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James llegó a nueve de las últimas 10 Finales de la NBA y ganó sus dos primeros campeonatos con Miami en 2012 y 2013 para luego dejar un profundo vacío en la quinteta de la Florida, mismo que tardó seis años en rellenar el coach Erik Spoelstra con jóvenes talentos como Bam Adebayo y Tyler Herro, además de experimentados como Goran Dragic y Jimmy Butler, cuyo liderazgo ha sido clave para impulsar anímicamente al equipo.

“Después del juego volvimos a comer al hotel y después nos tomamos dos cervezas, nos divertimos y escuchamos música”, compartió Dragic de 34 años, quien vive un particular aislamiento a 8 mil 200 kilómetros de su casa en Eslovenia. “Mis hijos estarán dormidos, pero definitivamente mi esposa y mis amigos irán a la cama y a las 2:15am despertarán emocionados por el juego, sé que mis papás definitivamente van a verme”.

Sea cual sea el resultado al término de la serie, esta temporada será recordada para la posteridad al haberse desarrollado en plena pandemia. “Ha sido un año muy loco para nosotros. Es un proceso de nuestros sueños, nuestras metas, nuestro equipo ha hecho lo más que puede este año y seguimos en pelea. Todo sigue y para Lakers ha sido un gran año, así que queda seguir luchando”, comentó Anthony Davis.