Giorgios Katidis, jugador del AEK de Athenas de la liga griega, sorprendió a propios y extraños al celebrar con un saludo nazi hacia su tribuna.

Este hecho le valió ser expulsado de por vida de cualquier Selección Helénica, ya que la Federación Griega lo consideró como una grave falta de respeto hacia todas las víctimas que sufrieron la era nazi.

Una medida que sin duda para muchos resulta justa y merecida, mientras que para otros puede rayar en la exageración.

Katidis era considerado como una de las máximas promesas del futbol griego, llegando a ser incluso el capitán de la Selección Sub-19 de ese país, a la cual ya no podrá representar.

Un evento similar ocurrió el 29 de octubre del 2011. Luego de una de sus mejores actuaciones en la Premier League, el actual delantero de los Red Devils, Robin Van Persie, realizó un festejo parecido en un partido donde marcó en tres ocasiones al Chelsea, cuando aún militaba con el Arsenal.

Van Persie salió a la palestra poco tiempo después de ese incidente, argumentando que fue un simple gesto hacia la tribuna y que le parecía absurdo e incluso hasta insultante que alguien le diera ese contexto.

El delantero tulipán no tuvo castigo por este incidente, ya que la Federación Inglesa, el Arsenal, ni tampoco por la Federación Holandesa de Futbol le impusieron sanción alguna.

Otro caso de renombre fue el del jugador italiano Paolo Di Canio, quien con la Lazio durante un clásico ante la Roma festejó con el brazo derecho extendido en lo alto, lo cual le costó ser multado con 13 mil dólares, misma penalización que tuvo su equipo por parte de la Federación Italiana.

A esto el delantero no sólo reconoció el hecho como tal, sino que de manera abierta se declaró como seguidor del movimiento fascista. No obstante, dejó en claro que ese saludo simplemente tenía implicaciones políticas, y no de carácter racial.