Una auténtica joya de pitcheo del lanzador Marcus Stroman fue la base para que Estados Unidos venciera 8-0 a la novena de Puerto Rico, y así se coronara por primera vez en la historia del Clásico Mundial de Beisbol.
El también lanzador de los Azulejos de Toronto silenció los cañones boricuas, al sólo permitir un imparable y ceder una base por bola en seis entradas de trabajo, además de que logró propinar tres ponches tras 73 lanzamientos.
Mientras tanto, los bates estadounidenses lucieron intratables, ya que ocho de los nueve peloteros que conforman el orden al bat conectaron al menos un imparable, siendo Adam Jones el único que no pudo embasarse.

Para Puerto Rico, ésta es la segunda ocasión consecutiva que se quedan en la orilla de un título en el Clásico Mundial, ya que en 2013 fueron igualmente blanqueados en la Final, pero en esa ocasión fue la República Dominicana quien acabó con sus ilusiones, con pizarra de 3-0.