Ignacio Ambriz fue el escudero de mil batallas en el inicio de la carrera de Javier Aguirre como director técnico en Europa; primero fue su auxiliar en el Osasuna y para el 2006 llegaron al Atlético de Madrid, donde conocieron Sergio Agüero, de quien el “Vasco” tuvo una muy mala primera impresión. Nacho narró que, para Aguirre, el Kun no sabía nada de futbol cuando llegó al Atlético de Madrid con apenas 17 años de edad, y ante la idea del DT de mandarlo a otra categoría él se comprometió a trabajarlo. “Esa temporada llegó Sergio Agüero ¡con 17 años! Era chiquito, no hablaba mucho en el vestuario. Cuando Javier lo vio jugar por primera vez me dijo: ‘Éste no sabe nada’. Lo quería mandar a promesas o algo así y yo me comprometí a entrenarlo y trabajarlo”, recordó para The Coaches Voice.

De a poco, Ambriz fue perfeccionando al Kun, quien tenía una forma muy particular, y lo trabajó con la ayuda de Fernando “Niño” Torres, quien era parte de aquel cuadro colchonero. “El Kun me decía: ‘A mí me dejan ahí arriba y me tiran la pelota y yo resuelvo’. Es lo que venía de hacer en Argentina, con Independiente, pero yo le explicaba que en España si no corría no iba a funcionar. Trabajábamos junto con Fernando Torres. Todos mis respetos para Fer, una persona y un jugador de la A a la Z. Fue increíble estar con él. Por cierto, qué gusto me da que comience ahora como entrenador”, añadió. “Entre los tres, tratamos de coordinar en esas sesiones de entrenamientos ciertos movimientos. Les mostraba videos a ‘Fer’ y a Sergio para explicarles lo que Javier buscaba.

Nacho Ambriz no quería ser DT, sino director deportivo

Javier Aguirre fue el culpable de que Ignacio Ambriz cambiara sus planes, pues no pensaba trabajar en cancha y tampoco retirarse en el 2001, hasta que recibió la invitación del Vasco. Fui a ver a Javier y discutí con él. “Olvídate de jugar ya y ayúdame en la selección”, me lanzó de primeras”, mencionó. “Sin embargo, esa idea no pasaba por mí cabeza aún. Yo quería seguir jugando. En esa misma charla le señalé que estaba haciendo el curso de entrenador, pero, como te decía, con la intención de ser director deportivo. Más abocado a tener una buena comunicación entre los jugadores, el entrenador y el club. Su primera aventura juntos en un club fue en el 2002 en el Osasuna de España, después de que Aguirre dejó la Selección Mexicana. “’Nacho, yo no te veo para eso’, me dijo Javier de manera tajante. ‘Yo te veo como un tipo para estar en la cancha’. Según él porque yo soy muy cuadrado, muy seco e iba a pelearme mucho en esa posición. ‘Mejor pelea con los jugadores, que es lo que sabes’”, recapituló. Estuvieron juntos en Osauna y Atlético de Madrid, después Nacho tomó a Gallos Blancos.