Estados Unidos consiguió imponerse este miércoles 1-0 ante Italia en un partido amistoso en el que una apática y desordenada selección local no consiguió acelerar el motor, y tras el que la azzurra piensa ya solo en su primer enfrentamiento con España en la Eurocopa.

El combinado italiano desplegó en casa, en el Estadio Luigi Ferraris de Génova, toda una lista de desajustes en su juego que ahora el seleccionador Cesare Prandelli deberá enmendar, de cara a un campeonato europeo en el que tendrá como primer rival en la fase de grupos a la vigente campeona del Mundo y de Europa.

Si bien acudía al amistoso con varias bajas -bien por lesión, bien por exclusiones disciplinarias-, la Italia de Prandelli dejó ver las carencias de las que adolece con las ausencias de sus jugadores habituales, todo en un partido sin sustancia en el que el estadounidense Clint Dempsey marcó la diferencia con el único gol.

En la anodina primera mitad, la selección azzurra ofreció un evidente desorden en el ataque que, sin embargo, en ocasiones dio sensación de llevar peligro.

El planteamiento de los primeros 45 minutos siguió un simple patrón: una Italia que conseguía conservar más tiempo la pelota intentando ataques con pases profundos, sobre todo dirigidos a Sebastian Giovinco, y que en ocasiones quedaban invalidados ante el fuera de juego.

Por su parte, la selección del técnico alemán Jurgen Klinsmann dejó hacer a Italia, en ocasiones arriesgando demasiado ante algunos desaciertos de su portero y esperando a las jugadas a balón parado.

Si Giovinco, quien gozó hoy de la ocasión de ser la punta de Italia, fue el jugador destacado de la azzurra, por parte de EEUU lo fue el también joven delantero Jozy Altidore, que puso todo su empeño por llegar a la meta rival.

Consecuencia de ese bloqueo en el juego italiano de la primera mitad fue la sustitución tras la reanudación de dos de sus jugadores por parte de Prandelli: Giorgio Chiellini y Riccardo Montolivo ocuparon los lugares de Domenico Criscito y Antonio Nocerino, respectivamente.

La segunda parte comenzó con el mismo esquema de partido, con un Giovinco que incurre en el fuera de juego y una EEUU que cede el balón hasta que en el minuto 55, tras un gran control, Altidore consiguió darse la vuelta y ceder el balón desde el área pequeña a Dempsey para que este marcara.

Esta acción obligó al seleccionador italiano a hacer cambios en la delantera, metiendo en el campo a Giampaolo Pazzini y haciendo debutar con la absoluta al romanista Fabio Borini, de 20 años, quien hasta ahora había sido convocado solo para la Sub21, pero también en la retaguardia, con Ignazio Abate y Daniele de Rossi.

Los cambios de Prandelli consiguieron animar en parte el juego del combinado italiano en esta segunda mitad (siempre dentro del desorden), pero llegaron quizá demasiado tarde.