La decisión de la Eredivisie holandesa de dar por terminada la temporada pegó fuerte entre los clubes de la Segunda División que peleaban por el ascenso, siendo uno de ellos el Cambuur, club que vivió una semana muy complicada con la decisión.

El entrenador del club, Henk de Jong, señaló que la institución se verá sumamente golpeada, en especial porque sus jugadores no podrán tener mayores ingresos y, por ende, una mejor calidad de vida.

“Es una mala semana para nosotros, tengo jugadores que ganan mil euros brutos y que de haber ascendido podrían pasar a ganar dos mil 500, tres mil o cinco mil (euros). Todo esto es algo que se está arrebatando a sus hijos y a sus familias”, señaló al periódico De Telegraaf.

Cambuur marchaba en la primera posición de la Eerste Divisie con 66 puntos acumulados, cuatro más que su perseguidor más cercano, De Graafschaf, y once más que el tercer puesto tras 29 jornadas y con nueve aún por disputarse.