La Policía de Sudáfrica reveló este miércoles que sus agentes hallaron dos cajas de testosterona y agujas en el dormitorio de Oscar Pistorius, pero el abogado defensor dijo que se trataba de un “remedio herbal” y no una sustancia prohibida.

El detective Hilton Botha hizo la revelación durante una audiencia judicial que decidirá si el atleta, acusado de homicidio premeditado en la muerte a tiros de Reeva Steenkamp, tiene derecho a la libertad bajo fianza.

Botha dijo que la Policía hizo el descubrimiento, pero no ofreció más detalles. En caso de confirmarse, el hallazgo sería algo más que el atleta olímpico tendrá que explicar además de la muerte a disparos de su novia.

La revelación planteó la posibilidad de que el atleta con doble amputación pudo haber usado sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento deportivo.

El abogado de Pistorius, Barry Roux, dijo que “no es un esteroide y no es una sustancia prohibida”. Roux acusó a la Policía de “tomar cada pieza de evidencia y tratar de extraer la connotación más negativa posible y presentarla al tribunal”.

Un portavoz del Comité Paralímpico Internacional dijo que Pistorius fue sometido a pruebas antidoping el 25 de agosto y el 8 de septiembre del año pasado y que ambas fueron negativas.

Por otra parte, el Tribunal de la Magistratura de Pretoria volvió a posponer su decisión sobre la libertad bajo fianza para el atleta sudafricano por el supuesto asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp.

“Pensé que Reeva estaba dormida”, declaró.

Pistorius asegura que escuchó un ruido que provenía del cuarto de baño y que, por miedo, no decidió encender la luz y como en el pasado recibió amenazas de muerte, decidió tomar la pistola que tenía debajo de la cama.

Siempre según su relato, Pistorius empuñó la pistola y gritó al ladrón para que se fuera de la casa y a Steenkamp para que llamase a la policía.

“Pensé que seguía en la cama”, insistió. El atleta dijo que se sentía vulnerable, tanto por él como por su novia, porque no llevaba puestas las prótesis en ese momento, por eso empezó a disparar a la puerta del baño. Después comprobó que Steenkamp no estaba en la cama. Fue ahí cuando dedujo que podía estar en el baño.

Durante su relato explicó que empezó a gritar pidiendo ayuda, se colocó entonces su prótesis y utilizó un bate de beisbol para abrir la puerta. Fue entonces cuando, según su versión, encontró a Steenkamp, aún viva. “Intententé reanimarla, pero murió en mis manos”, sostuvo.