El entrenador de Cruz Azul, Juan Reynoso, no es un estratega ajeno a las necesidades de la Máquina, pues si bien el equipo carga con una sequía de 23 años sin un título de Liga, el peruano como jugador levantó cuatro campeonatos y ya como entrenador en su país logró un par de hazañas que suman a su palmarés. Reynoso jugó ocho años con los cementeros, entre 1994 y 2002, por lo que puede presumir que ganó dos títulos de Concacaf (1996 y 1997), una Copa MX (1997) y el último título de liga en 1997.

Además de los campeonatos que logró con los celestes, el peruano se convirtió en un referente del equipo en la defensa central portando incluso el gafete de capitán en aquella Final contra León en el Nou Camp y jugando la Final de la Copa Libertadores en 2001.

Tras su retiro como jugador con Necaxa comenzó su andar como entrenador en 2007 con la escuadra de Coronel Bolognesi, y en su primera campaña ganó el título de la liga peruana y con eso clasificó por primera vez en la historia a este equipo a la Copa Libertadores.

En Perú también fue campeón con Universitario y también rompió una racha de 34 años del Melgar sin levantar un título en aquel país, por lo que la sequía de los celestes no es un terreno desconocido.

Si bien en México no ha conquistado ningún campeonato, en su paso por Puebla metió a los Camoteros a la Liguilla luego de cinco años de no hacerlo en este último semestre, incluso eliminando a Rayados en el Repechaje.

Esto último significó toda una hazaña, ya que el Monterrey era el equipo mejor valuado en el Guard1anes 2020, con un valor de plantilla de 72 millones de euros, mientras que el Puebla era el más barato, pues su grupo de jugadores apenas alcanzaba una cifra de 19.7 millones de euros. Al final, los Camoteros de Reynoso se quedaron en Cuartos de Final eliminados por el campeón León, equipo al que de cualquier modo pusieron a sufrir pues el global fue de 3-2 a favor de los Esmeraldas, que cayeron en la Ida por 2-1 en el Estadio Cuauhtémoc.

A pesar de ello, la directiva no le renovó el contrato a Reynoso, pues prefirió al desconocido Nicolás Larcamón, solo con experiencia en equipos de poco nombre en Venezuela y Chile, además de que el peruano no figuró como la primera opción en Cruz Azul, que se decantó por él hasta que no pudo llegar a un arreglo con Hugo Sánchez.