Los Minnesota Vikings no serán los primeros en disputar un Super Bowl en casa. Philadelphia Eagles despedazaron sus esperanzas al triunfar 7-38 en la Final de la Conferencia Nacional, donde sellaron su boleto al Juego Grande a disputarse en el US Bank Stadium de Minneapolis frente a los todopoderosos New England Patriots.

El Super Bowl LII tendrá aires de revancha, pues Philadelphia buscará cobrar venganza ante los Pats, que el 6 de febrero de 2005 ganaron el Super Bowl XXXIX a costa suya.

Eagles consumaron su regreso al Súper Domingo gracias a una actuación sublime de Nick Foles, quien completó 26 de 33 envíos para 352 yardas, tres touchdowns y ninguna intercepción frente a unos Vikes que se desinflaron dramáticamente conforme transcurrió el partido.

Apenas en su primera serie, Case Keenumconectó un pase de 25 yardas con Kyle Rudolph para el primer touchdown del juego. Pero el QB de los nórdicos cometió su primer error jugadas más tarde, pues fue interceptado por Patrick Robinsonquien devolvió el ovoide hasta la zona de anotación para emparejar el marcador.

A Minnesota le costó volver a conectar sus circuitos, situación que aprovecharon los Eagles, que gracias a un acarreo de 11 yardas de LeGarrette Blount, se fueron al frente en el marcador para no volver a soltar la ventaja.

En el ocaso del segundo periodo, los Vikings tocaban peligrosamente la puerta de Philadelphia, pero Derek Barnettprovocó un fumble de Keenum, mismo que fue recuperado por Chris Long y dejó a Minnesota de nuevo con las manos vacías.

Las consecuencias fueron aún peores para los Purple People Eaters, pues de esa pérdida de balón se generó el tercer touchdown de la noche para Eagles. Un bombazo de 53 yardas de Foles para Alshon Jeffrey y otros tres puntos más de Jake Elliott sellaron el cómodo 7-24 con el que los emplumados se fueron al descanso.

Apenas comenzado el tercer asalto, otro bombazo de Foles, ahora de 41 yardas para el veterano Torrey Smith, terminó por enterrar la esperanza de Minnesota, que vio cómo dramáticamente se le escapaba de las manos la chance de ser el primer equipo en jugar un SB en casa.