El Draft de 1979 marcó un antes y un después en la historia de la NFL y no sólo porque Joe Montana emergió desde la selección 82 para dejar una huella imborrable en la Liga. Aquella vez se registró la última ocasión que la austeridad reinó en este evento, que 41 años después volverá a dejar la parafernalia para una mejor ocasión debido al brote de coronavirus.

A partir de 1980, el Draft se convirtió en un espectáculo de nicho para los aficionados al futbol americano 2020 al ser televisado por primera vez y dar pie a todo un montaje digno de pelear con los colosos del rating. En su versión 2020 será televisado, pero en esta ocasión se desarrollará de manera virtual.

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A partir de este jueves, como medida de protección por la pandemia de COVID-19, los encargados de cada equipo deberán trabajar desde casa, al igual que cada prospecto, que dejarán las gorras y los jerséis con su nombre para posar con las cámaras para otro momento.

El comisionado Roger Goodell ordenó el cierre de todas las instalaciones el 26 de marzo y extendió las restricciones de manera indefinida, por lo que no podrá abrazar a Joe Burrow, Chase Young o ninguno de los otros 32 elegidos en la primera ronda.

Algunos equipos quisieron posponer el Draft unas semanas, sin mayor éxito debido a la urgencia de la Liga por cumplir de mejor manera posible con sus compromisos comerciales, por lo que la recopilación de información será la mayor incógnita de esta inusual versión.

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Sin poder hablar en persona durante el evento, además de las breves entrevistas que realizaron en el Combine, sin días de pruebas y quizá lo más importante, sin exámenes físicos exhaustivos de los equipos médicos, la tarea ha sido distinta.

Esto no afecta a jugadores como Burrow, el quarterback de LSU, que salvo una inesperada decisión de los Bengals, será el primer nombre que Goodell mencionará esta noche. De la misma manera que ocurrirá con Young, el dominante defensor de Ohio y quizás el mejor prospecto de esta camada.

En 1979, Montana fue la más grata sorpresa que le pudo pasar no sólo a los 49ers sino a la Liga entera. Ahora, en el que será el segundo Draft más austero de los últimos años, habrá que esperar para saber si alguno de los prospectos de esta camada puede cambiar -como hizo Joe Cool- el devenir de la NFL.